Semana Santa

"La Semana Santa no se puede reducir a tradición sin alma"

-Se celebró la Asamblea Diocesana de Hermandades. Usted dijo que el gran objetivo es que redescubran su identidad cristiana.

-Como dije en la asamblea, que redescubran la verdadera identidad cristiana, que no se reduzca a tradición sin raíces, no es una cultura sin alma. La gente pregunta quiénes somos los que ponemos los pasos en la calle y eso debe ir acompañado de un testimonio.

-¿Cómo se valora la realidad de las hermandades en la Diócesis? Se habló de unas 125.000 personas que forman parte de ellas, mayores de edad.

-Es una realidad que hay que tomarse muy en serio. En el plan anterior, uno de los seis apartados se dedicaba a la atención, renovación de la experiencia de la religiosidad popular en la Diócesis. Para entender esta realidad hace falta acercarse a ella con la mirada del buen pastor, que no busca juzgar sino aunar. El papa reconoce que en la religiosidad popular subyace una fuerza evangelizadora que no podemos menospreciar.

-¿Qué se le va a exigir a un miembro de junta de gobierno?

-Que tome conciencia, que asume un servicio de carácter público y de alguna forma es representativo de la Iglesia. Se va a pedir más formación, coherencia y, sobre todo, capacidad de relacionarse con otros para que no haya divisiones.

-Una de las claves es la renovación de cargos: dos mandatos por persona.

-El objetivo es la renovación, para que surjan nuevas iniciativas, participen nuevas personas y que las hermandades no se estanquen. La renovación, lo que pretende es estar presente en el momento presente; incorporar nueva savia.

-¿Meten los políticos mucho en las hermandades?

-El político debe estar para ayudar cualquier realidad existente, pero no quiere decir con eso que se entrometa dentro de la identidad propia.

-¿Hay transparencia en las cuentas de las hermandades? Algunas tienen grandes hipotecas. ¿No se teme en el Obispado que aparezca aquí una burbuja difícil de salir?

-Directamente no sigo este tema. Sí la Vicaría, a la que le indico que hay que seguir todo con claridad, legalidad y solidaridad. Es lo que pido para cualquier institución. Hay que cumplir con seriedad los propios estatutos y no cargarse de obligaciones que no puedan sostenerse.

-En este tiempo de crisis, ¿cómo encajan los proyectos de nuevos pasos y enseres en las cofradías?

-En general las hermandades han crecido en sensibilidad social, y contra los gastos ostentosos. Está el gasto propio para el mantenimiento del patrimonio que se ha de tener en cuenta. Ahora todo se plantea de manera más austera.

-Volvemos a tener una Cuaresma dentro de la normalidad, habrá que felicitarse.

-Gracias a Dios, no hay ningún conflicto.

-Le hemos visto este año en los ensayos de los costaleros.

-Les he visitado y he encontrado ambiente de acogida y respeto muy bueno. Se nota que hay un valor compartido en la Semana Santa y se quiere seguir. Crecer en interioridad y encuentro con el Señor. Les digo a los costaleros que llevan sobre el paso al Señor, pero realmente Cristo es nuestro costalero, que nos lleva a todos. Hay que saber amarlo y compartir la alegría de la Resurrección.

-Hoy, Domingo de Ramos, ¿cómo invitaría a los onubenses a participar en la Semana Santa? ¿Nos puede valer algún mensaje del Papa Francisco?

-El mensaje dirigido a las hermandades es bueno para este momento. Hay tres palabras claves. El Evangelio; el cofrade es un enamorado de Jesús y su Madre, es un cristiano con fe viva dirigida al amor y la felicidad cristiana. No puede ser un cristiano con una fe mediocre. La segunda, es la Iglesia; la Iglesia os ama, ama a la Iglesia. Y la tercera, misión; el cofrade ha de ser un misionero, habla de Jesús al ver las procesiones a sus hijos, a los amigos, a los que están en nuestro entorno.

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