Semana Santa

La Semana Santa necesita mejorar en su organización

  • La calle está suponiendo un serio problema por las bullas

Los problemas que se ven estos últimos años en la Semana Santa hacen necesaria mejorar la organización y se debe tener claro que esta no sólo compete al Consejo de Hermandades, que en la mayoría de las ocasiones no es que esté sólo, que no lo está, sino que quiere ser el protagonista de cuestiones en las que las competencias deben estar compartidas con otros organismos de la ciudad, por el bien de la Semana Santa. Tiene mucho celo el presidente de quererlo controlarlo todo. Este año se incrementaron los problemas de la bulla, las zonas colapsada de cruces como el Tres de Agosto, en calle Rábida, o plaza de las Monjas donde el fiscal de hora se tenía que abrir paso sólo entre la multitud. Todo esto pone en alto riesgo la seguridad de los ciudadanos. Sin olvidar una carrera oficial con veladores 'reservados' en segunda fila de palcos como si fuera el criticado Pelayo de otra época. La de 2008 es la Semana Santa de la grúa en Gran Vía y Plaza Niña, de publicidad en carrera oficial. Hace falta unas normas y el Ayuntamiento también debe dar una respuesta. Cada vez nos parecemos a otras ciudades en Semana Santa, ya nos desborda la bulla.

El triste palco del Consejo

El palco del Consejo es reflejo de cómo es la Semana Santa en Huelva. Aquí parece que el Consejo no tiene interés en mejorar. No es el palco del Ayuntamiento, es el del Consejo y se debería invitar a otras instituciones.

El 'glamour' de la oficialidad

Aquí en Huelva no se va a pasar nunca de ciudad 'cateta', la representación socialista municipal y de la Diputación siguen dando 'el cante' al empeñarse en significarse en no usar el chaqué. Algún 'asesor' debería explicar qué ocurre en ciudades como Sevilla que tanto toma de ejemplo.

Detalles que perduran

En la Concepción los azulejos de la Oración tenían sus mazos de flores, aunque no los guardabrisas con cera en la puerta.

Que las 4 sean las 4

Tanto apostar por esta hora y al final no se pone el reloj en hora en la Concepción. Una lástima para conservar tradiciones cofrades.

Las prisas y las saetas

En Vázquez López hubo una primera saetea al Cristo de la Misericordia, el segundo fue Castilla y tuvo mucho valor, se arrancó y el Cristo ya andaba, al final acabó la saeta cuando el paso había dado la vuelta y delante suya sólo tenía la cruz de guía de los Judíos.

Las obras que perduran

No hay que olvidar obras eternas como la de Pérez Carasa que afectan a varias cofradías. A algunas le impide la vuelta por Concepción, que podía facilitar a Judíos ir detrás de Misericordia y recuperar Mora Claros.

La Cinta, al pie de La Fuente

Muchas hermandades reciben a las cofradías en sus casas, la de La Cinta tiene la mayor chicotá el Viernes, allí aguanta el paso de tres cofradías, una detrás de otra. Lamentaron los empujones de los costaleros de la Resignación y que en la Soledad de María no encontraran quién recibiera las flores.

La estación de penitencia

Empeñados el Consejo en hacer entrar a los penitentes en el interior de la Concepción, deja luego este espacio exterior sin una estética, sólo vallas amarillas. Al final las telas sólo para la exposición de enseres, donde sobran.

Sin apuesta por la Madrugá

La Madrugá no es sólo la carrera oficial, donde no hay apuesta desde hace años, se ve en la suciedad en los palcos y en la intranquilidad al ir de una zona a otra. Las cofradías no quieren dar oficialidad, Misericordia metida en el Jueves, El Perdón quiere irse al Lunes y El Nazareno, seguir como siempre. Y el Consejo tan feliz.

Calles a oscuras

Apagar la iluminación que tiene algunas calles, que son cálida y artísticas es una barbaridad, como en La Fuente.

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