Semana Santa

Lunes Santo: Huelva visita los templos del Señor

  • El Perdón, el Cautivo, Tres Caídas y el Calvario reciben a cientos de devotos que traen rezos y ofrendas para las imágenes

Entrada a la iglesia de Jesús del Calvario.

Entrada a la iglesia de Jesús del Calvario. / Rafa del Barrio

Trajes de chaqueta, medallas, balcones con olor a incienso y muchas ganas de Semana Santa. Huelva se echó ayer a la calle para vivir el Lunes Santo que ha permitido la pandemia. Sin procesiones en la calle, los onubenses hicieron cola en las distintas parroquias de la capital para contemplar los altares efímeros y extraordinarios que las hermandades de penitencia han trabajado para esta inusual Semana Santa. Los ramos de flores como ofrenda, los rezos en silencio y las fotografías se sucedieron en la iglesia Jesús del Calvario. Allí, en la casa de Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza se concentraron las promesas de los fieles y devotos en una jornada en la que no se tuvo que mirar al cielo porque la meteorología, esta vez, era lo de menos.

A las puertas de la pequeña capilla de Jesús Cautivo se congregó una larga cola de personas para rezar ante el Santo Cristo Cautivo y María Santísima de la Misericordia, que protagonizaron un bello e imponente altar colmado de flores tanto de la hermandad como los ramos repletos de promesas y cariño que estaban situados a los pies del Señor y su Madre. Y del barrio de la Hispanidad al de La Orden donde el Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de los Dolores llenaron de devoción una jornada intensa para los hermanos y fieles de esta cofradía del Lunes Santo. Las imágenes dispuestas sobre la canastilla del paso procesional acercaron la devoción a un barrio entero que reza en la parroquia de Santa Teresa de Jesús. Fue un Lunes Santo distinto pero que llenó el corazón de los onubenses.

Lo mismo ocurrió en El Polvorín donde la gente guardó cola para visitar a Nuestro Padre Jesús de las Penas en sus Tres Caídas y a María Santísima del Amor. Lágrimas en los ojos, rezos, y muchos recuerdos. La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús fue el refugio para los cofrades ante las imposibilidad de las procesiones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios