Eduardo garrocho - saetero

"Impone al cantar el estar mirando los ojos al Cristo"

  • Es el almirante del fandango, se lo ha ganado por su voz y sus sentimientos flamencos, está en la Unión de Peñas y es el alma del aula flamenca de la Universidad de Huelva

Siempre se plantea una nueva forma de aportar a la Semana Santa sus buenas dotes de saeteros, es de las voces que mejor se escuchan. Ahora se atreve con la sentencia en Pérez Cubillas.

-¿Por qué este cante?

-Es que no se hacía y me parecía que había que recuperarlo para Huelva, yo lo conozco de Moguer.

-Y este es el momento.

-Sí, con la Hermandad de la Sentencia, a ellos le ha parecido una cosa muy acertada y quieren que repita este año.

-¿Cómo le fue la experiencia?

-Muy contento, el obispo estaba allí y se acercó a felicitarme.

-¿Pero no es muy fácil?

-Hay que saber mantener el tono, de lo contrario el cantaor puede acabar sudando y con la voz hecha polvo.

-¿Qué le ha aportado?

-Es la misma que en Moguer, pero yo la recorto un poco, sin perder el contenido elimino algunas frases que creo que sobran.

-¿Cómo es la sentencia?

-Tiene tres cuerpos, oración, justicia y sentencia. Es muy plana, no tiene melisma ninguno, es repetitiva, pero también está llena de hermosura como una aportación del flamenco a la Semana Santa.

-¿Y esta es una aportación en un barrio humilde?

-Sí, porque todo no va a ser para la Gran Vía.

-¿Qué ha aportado los saeteros al resurgir la Semana Santa?

-Tiene que haber de todo, sino las cofradías no serían lo mismo, por ejemplo, sin banda y sin saeteros. Es un conjunto de muchas cosas para conseguir su esplendor.

-¿Pero esto ha llevado su tiempo?

-Desde hace más de veinte años le canto a la Esperanza en el Tartessos, al principio no había nadie y ya impone tanta gente. Lo mismo que a la Victoria en las Teresianas.

-¿Qué se siente con la saeta?

-Impone cuando te ves sólo delante de la imagen, cuando le miras los ojos al Cristo es conmovedor.

-¿Hay que sentir la saeta?

-Sí, hay muchos buenos flamencos que no son saeteros, porque le falta eso. La saeta tiene que salir de adentro.

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