Con la Hermandad de la Salud comenzaron las salidas procesionales del Martes Santo en la capital onubense. El barrio de Pérez Cubillas acompañó a los titulares de su cofradía. Numerosas personas se congregaron en el entorno de la Parroquia de San Francisco de Asís, de donde a las tres y cuarto de la tarde salió la cruz de guía. Un cuarto de hora después lo hizo el paso de misterio, que estrenaba el tallado frontal del canasto, realizado por el artista Francisco Verdugo.

La primera levantá del paso, exornado con flores de color malva, rosa y morado, la realizó el grupo de costura de la hermandad. La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia lució túnica blanca y mantolín malva realizado por este grupo, que también confeccionó el mantolín de Poncio Pilatos y el ropaje de Claudia Prócula.

En el canasto del paso se colocó un lazo negro por los hermanos difuntos de la cofradía. Poco a poco el paso fue avanzando por la calle Río Guadalquivir al son de la marcha Oh pecador, interpretada por la Agrupación Musical Santísimo Cristo del Amor, y en la perpendicular, la calle Ebro, Juan Fernando González realizó el Canto de la Sentencia.

La primera petalada para el paso de misterio tuvo lugar en las calles de su barrio. A lo largo del recorrido los vecinos salieron a las ventanas y balcones para ver pasar la cofradía mientras otros optaron por salir a la calle para presenciarlo más de cerca, una estampa que se repitió cuando la hermandad pasó por las barriadas de El Rocío y Yáñez Pinzón. En esta última, concretamente en la calle Cataluña, se llevó cabo el primer relevo de los costaleros.

Uno de los momentos emotivos de la salida procesional se vivió en la céntrica Plaza Niña con las Hermanas de la Cruz minutos antes de entrar en la Carrera Oficial.