-¿Qué es lo que más le ha gustado de este tiempo vivido hasta ahora como pregonero? Elena Núñez.

-Sentir el cariño y el respeto de los cofrades y de los onubenses en general es lo mejor de este tiempo. Cuando vas por la calle y la gente te para, sin conocerlos de nada, y te animan, esperando lo mejor de ti, sientes una gran felicidad, acompañado por un enorme compromiso. Me estoy sintiendo muy querido, y eso es tremendamente gratificante.

-¿Qué le parece tantas gestoras? Fátima Perdigones.

-Lo mejor para la Semana Santa de Huelva es que haya juntas de gobierno consolidadas y con un proyecto a desarrollar en las diferentes cofradías. Pero en el caso de que no existan, las gestoras realizan un papel fundamental para llenar ese tiempo de vacío. Creo que ahora su presencia es más habitual por la falta de compromiso que hay entre los cofrades, que huyen de los cargos de responsabilidad. Y, en otros casos, vienen a apaciguar unas aguas que lamentablemente andan revueltas por cuestiones que nada tienen que ver con la devoción y el compromiso cristiano sino con otras secundarias.

-¿Qué haría con Pepe Pabilo? ¿Lo llevamos ante el Sanedrín? Pabilo, comparece en un encuentro digital como este y quítate el antifaz. Antonio Bustamante.

-El seudónimo en el periodismo ha existido siempre y lo respeto como profesional de la comunicación que soy. Creo que no se engaña a nadie cuando el espacio de Pabilo es fiel a su intención de crear corrientes de opinión. Eso sí, a mi como periodista no me gustan demasiado estos espacios donde el responsable de los textos no se conoce, más allá de su nombre ficticio. Pero todo, en su contexto, enriquece.

-Usted que vivió algunos problemas en su cofradía el Miércoles Santo con el Consejo, ¿qué le parece el 'No' a la Hermandad del Nazareno a no hacer la Carrera Oficial? Javier Ollero.

-Como en aquel laudo al Prendimiento, el pleno de hermanos mayores tiene finalmente la palabra y la resolución de los conflictos. Creo que el razonamiento del Nazareno para no hacer Carrera Oficial es entendido por todos, pero también hay unas reglas, a punto de cambiarse, que obligan a las hermandades a hacer ese recorrido de manera obligada. Estoy seguro que el 'problema' de la Madrugada quedará zanjando en los nuevos estatutos del Consejo. Así lo espero.

-¿Qué nos puede adelantar de su pregón? Manuel López.

-Será un pregón donde la prosa predominará sobre la poesía. Hablaré sobre una Semana Santa invisible que, muchas veces pasa inadvertida ante los ojos del gran público y que está muy relacionada con las devociones. Al pregón llegaré con algunas dudas, que reflejan también el momento personal que estoy viviendo. Dudas que espero ir disipando a lo largo de la mañana y bajo el amparo de la luz de mi Estrella. Será un texto devocional, que tenga muy presente al Año de la Misericordia y lo que nos pide la Iglesia.

-Está viejo el modelo del pregón oficial de la Semana Santa, ¿introduciría algún cambio? Agustín García.

-La fecha, la hora, el lugar, todo me parece inmejorable. Desde hace décadas está más que consolidado y la Huelva cofrade lo disfruta mucho. La Semana Santa es lo que es por guardar las tradiciones. Aún así, creo que la evolución puede residir en los detalles, y esos los ha de proponer el pregonero de cada año. El Domingo de Pasión, en mi caso, habrá instantes diferentes, respetando la base de todo pregón que la palabra y el mensaje.

-Ya está bien de tanto carca. Un poco de renovación en el Consejo no vendría mal. ¿O no? Toni, que tienes mucho cuento. Te deseo suerte en el pregón. Fernando Gómez .

-Toni en cualquier otra ciudad ya tendría una calle a su nombre. Es un hombre muy singular al que yo, en los medios de comunicación, he analizado en ocasiones con dureza. Pero la renovación ha de llegar desde abajo. Los cambios que son reales parten de las bases, y en el caso de la Semana Santa radican en los propios hermanos. Y gracias por la suerte, toda puede ser poca.

-¿Qué podemos hacer para que la Semana Santa involucre a más jóvenes? Diego Regidor.

-Los jóvenes tienen la fuerza del cambio y no deben esperar a que la Semana Santa haga algo por ellos; que se pregunten qué pueden hacer ellos por la Semana Santa. Los espacios en las hermandades se consiguen con dedicación, participando de la vida de la Iglesia, en las parroquias y aprendiendo de los mayores, con prudencia y tesón. Las prisas nunca son buenas consejeras.

-En esto de las hermandades parece que lo que importa es el mejor chismorreo o cómo sacudir en el Facebook. ¿Qué opinión le merece toda esta 'libertad opinativa cofradiera'? Mónica Camacho.

-Las redes sociales han cambiado el mundo y, casi siempre, están peleadas con la reflexión y el rigor. Todo el mundo tiene la libertad de opinar lo que quiera, pero los cofrades debemos saber discernir sobre lo que tiene fundamento y lo que no. No me gusta que las hermandades entren en debates a través de las redes sociales, ese no es su ámbito, no fueron creadas para eso, y hace mucho daño a la imagen de la Semana Santa. Como periodista, creo que siempre es positivo que haya ventanas de opinión. Pero soy de los que piensa que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio.

-¿Qué nos va a decir en el pregón? Hay muchas categorías donde poner un pregón: Joven, fresco, renovador y los hay hasta palizas. ¿Dónde colocaría el suyo? Federico Hernández.

-Los adjetivos los pondrán los cofrades el Domingo de Pasión por la tarde. Es un pregón que no da la espalda a los problemas sociales que vivimos, a aquellas cosas que no me gustan, pero fundamentalmente es un texto devocional, personal que no personalista, donde voy a intentar sacar a luz momentos, situaciones, donde la Semana Santa lo es todo.

-¿Cómo se lleva el oficio de pregonero y el de periodista cofrade? Mucho salir en la tele, no. Je, je, je, je. Jacinto Pérez.

-Por encima de todo soy periodista, me encanta la información, me gusta contar cosas. Y luego soy, en lo personal, cofrade y recreativista. La televisión es agotadora, porque hay muchas horas detrás de cada reportaje, de cada programa. Pero, a la vez, da un peso a aquello de lo que informas que te puede llegar a asustar y su relevancia es enorme. Y cuando se habla de Semana Santa, que es hablar de emociones, la respuesta de la audiencia es tan sincera que compensa todo el trabajo. Ya lo de pregonero, es mucho más secundario, y para nada me siento parte de ese 'oficio', dicho así.

-¿Qué le parece los aficionados al costal? Nicolás Soriano.

-En la Semana Santa debe prevalecer la devoción por los titulares que procesionamos en cada una de las hermandades. Yo respeto a los costaleros, aunque una parte de ellos, participen por afición a un 'oficio' necesario y esencial para entender esta manifestación de Fe. Creo que casi todos ellos, cuando cargan a los misterios y palios de Huelva lo hacen con el corazón y con sinceridad, sintiendo lo que hacen como auténtico. Y en la verdad, siempre está Dios.

-Se habla siempre de juventud en las hermandades, sin embargo ¿nos estaremos quedando sin la sabia de los mayores? Sebastián Posada

-La madurez, la sabiduría, la pasión de nuestros mayores es fundamental para seguir avanzando. Para aprender de sus errores y para crecer en sus aciertos. La juventud debe trabajar, codo con codo, con esos nombres propios que han hecho que ahora seamos lo que somos. Lo más lastimoso es que haya mayores y jóvenes, muy preparados, que están muy alejados de las hermandades. Habría que preguntarse por qué.