Acariciando a parasceve

Fructífera Cuaresma

Hace ya dos semanas que la Cuaresma llamó a nuestras puertas, dos semanas que nuestra actividad diaria se ha visto salpicada por este bendito tiempo que ha vuelto a llegar para que volvamos a replantearnos nuestro sentido y nuestro ser. Actos, cultos y encuentros con quienes no vemos tan a menudo, vuelven a nosotros…. Todo ha comenzado de nuevo.

Y, mi particular Cuaresma, ha tenido un inicio muy diferente al de años anteriores. El hecho de que se me designara por Huelva Información y por El Corte Inglés para hacer la intervención literaria de la XXVII Exaltación a la Saeta de Huelva, me ha llevado a vivir momentos únicos e irrepetibles, a la par que sensaciones y sentimientos íntimos que me han hecho crecer como persona. Y, quiero mencionar de entre esos sentimientos, el más puro y profundo que ha aflorado en mí, que no es otro que esa mayor admiración y devoción por María Santísima de la Victoria, y sobre todo, por Nuestro Padre Jesús de la Humildad en el Desprecio de Herodes. Ese reencuentro con ellos, buscando el cómo hablarles, el cómo orarles, ha hecho que estas dos advocaciones hayan anidado más acentuadamente en mi corazón… Y ello, me ha resultado curioso, porque, aunque tanto el Padre como su Madre, en todas sus advocaciones onubenses son queridos por mí, dentro de estas advocaciones, como, creo que, todo el mundo, tengo mis preferencias…y me he dado cuenta de que nunca se sabe por qué o cómo una advocación te puede llegar más. ¡Gracias por haberme permitido vivirlo!

Gracias a los directores de El Corte Inglés y Huelva Información, don Manuel Vargas y doña Ana Vives por pensar en mí y por el afecto que me han brindado, tanto ellos, personalmente, como sus respectivos equipos. Gracias al párroco y representante del Sagrado Corazón de Jesús, así como al hermano mayor, oficiales de junta y hermanos de la hermandad de la Victoria, por el acogimiento que me dispensaron en su casa. Gracias a todos aquellos que desde que se enteraron de la noticia de que yo era la interviniente literaria en esta exaltación me dieron mensajes de ánimos y me inspiraron. Gracias a todos los que me acompañaron.

Gracias a mi familia que siempre está ahí. Gracias a Leonor y a Eduardo… ellos saben por qué… Y gracias a mi hijo y a José Ángel que son mi mayor apoyo.

Perdonad, si este artículo se ha tornado en algo tan personal, pero creo que el expresar sentimientos y agradecimientos es algo deseable. Yo, he empezado esta Cuaresma imbuida de espiritualidad por mis vivencias, aunque a alguno le pueda parecer raro. Espero que vosotros por uno u otro motivo… por algo que hayáis compartido o vivido, o por momentos que aún os queden por vivir, alcancéis o vayáis alcanzando un estado emocional que os acerque al Padre y a su Bendita Madre. Porque la Cuaresma es ese momento del año en el que nuestro corazón se ha de preparar para vivir la pasión, muerte y posterior resurrección de nuestro Padre. Para tratar de volver a entender lo que él vino a darnos, para tratar de reaprender lo que él vino a enseñarnos.

Un deseo para vosotros: que tanto en los actos, cultos o situaciones en los que estéis o participéis, os fijéis más en lo que puedan aportar a vuestro corazón, que en la estética o artificios externos. Y que no sea tan importante, si a causa del coronavirus se llegaran a suspender las salidas procesionales, porque Ellos seguirán ahí.

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