Semana Santa

Las Colonias se vuelca con su cofradía

  • Jesucristo lanceado y la Virgen de los Dolores vivieron un baño de multitud tras dos años sin poder salir a la calle

Alas 17:40 de la tarde se abrió el portalón de la casa de hermandad de la Lanzada, en Don Bosco, una vez que desde la parte de atrás (calle Pérez Galdós) el cortejo de nazarenos iniciara su itinerario aliviado por una ligera brisa. Las Colonias se echó a la calle para arropar a su cofradía, la del Santísimo Cristo de la Lanzada, María Santísima del Patrocinio, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores.

Con los estrenos del dorado de crestería frontal y de las esquinas, así como el tallado de las cartelas centrales del paso, obra de Rubén Fernández, la imagen del Señor, una talla de Joaquín Moreno Daza, salió a su barrio a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de la Salud y bajo un suelo pétreo tan sólo adornado de forma austera por algunos claveles rojos y florecillas moradas de la Floristería La Rosaleda.

Previamente, el majestuoso misterio, a las órdenes de Francisco Javier Michinina Sánchez, fue alzado en su templo por su cuadrilla en una levantá cargada de emoción: "Ya está bien de los muertos, vamos a ocuparnos de los que vienen por detrás", indicó el capataz, en referencia a los niños, el futuro de la hermandad.

Ya en la calle, el paso de misterio se abrió paso sorteando el gentío, después de que la imagen del Señor en la cruz fue alzada con un sistema mecánico. El rojo sangre del penacho de plumas del casco del Longinos, a juego con su capa, fue otra de las novedades de este año.

De costero a costero, el paso bajó desde su calle hacia el centro tras dos años de frustración. Poco después de las 18:15 esta cofradía, cuyo hermano mayor es Juan Francisco Calero Delgado, sacó a la calle su palio, el de la Virgen de los Dolores, tras la salida de los 275 nazarenos.

Los capataces Andrés Toscano Sardiñas y Amador Morales Arjonas guiaron a la Virgen desde la salida, con toda la candelería encendida, y sus rosas blancas adornadas por el verde de algunas hojas. Sonó el llamador y, en una levantá dedicada "a nuestras madres", el palio cruzó el dintel de la casa de hermandad, acompañado por la sevillana Banda de Música Municipal de Aznalcóllar.

Enseguida una petalada embelleció la estampa de la Virgen de los Dolores, que el pasado viernes ya lució su belleza por las calles de su barrio. La primera vez que lo hizo fue el 27 de marzo de 1953, por lo que el año pasado se cumplió el 60 aniversario. En su camino hacia la carrera oficial, la titular recibió el cariño de cientos de onubenses.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios