Hosteleria

Cerrado más allá de Semana Santa

  • Las procesiones abren un tiempo especial para la hostelería que acoge a una ciudad en la calle y reactiva la economía

  • En el sector hotelero es la apertura de temporada en la costa

Para el sector de la hostelería la Semana Santa es clave por el empuje económico que le supone.

Para el sector de la hostelería la Semana Santa es clave por el empuje económico que le supone. / Josué Correa

La Semana Santa se ha convertido en los últimos años en la apertura de la nueva temporada hotelera en la costa e, igualmente, da la bienvenida a las terrazas de los bares que en estos primeros días de primavera se llenan.

Este indicador de cómo va la hostelería cae a plomo y se suma a lo que resulta unas semanas negras en lo económico, por el confinamiento de la población y el cierre de establecimiento. Lejos queda ese respiro que supone para los bares y restaurantes el impulso económico tras los habituales meses malos de la cuesta de enero y febrero, llegando a comparar lo que se mueve en la Semana Santa al mismo nivel de las navidades.

Es lo que afirma Rafael Acevedo, presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Huelva (Bareca), un sector que está sufriendo “pérdidas del cien por cien, porque las puertas están cerradas, no es que haya bajado la recaudación es que no están abiertas”. Es bastante importante porque continuará el declive, “remontar el sector de la hostelería es difícil, creemos que será uno de los últimos que van a poder a abrir las puertas”.

En los últimos años la Semana Santa “es la fecha más importante que tiene la restauración, mueve mucho la economía”, dice Acevedo. Reconoce que al no poderse celebrar “es un declive bastante importante para el sector; cuando un año ha llovido un día u otro se podía perder algo, pero este año es el todo”.

Destaca cómo el año pasado el Sábado Santo fue “espléndido con la Legión, incluso mejor que el Domingo de Ramos, ya se estaba preparando con tiempo”. “Incluso la Cuaresma -añade- se la ha cargado, que siempre ofrece un buen tiempo para la restauración, da una alegría en la calle”.

La preocupación se traslada ahora a los trabajadores que están en los Erte, y a las cuotas de autónomo que se continúa pagando, frente a unos prestamos ICO que se consideran insuficientes. “El Gobierno debe meter una inyección económica importante a la hostelería, pues si seremos los últimos en abrir será muy difícil sobrellevarlo, nadie puede aguantar ni tres ni cinco meses cerrados, es un declive muy fuerte”.

Un sector de pequeñas empresas pero su importancia estriba “en que mueve a un gran número de trabajadores”. “Al Gobierno le hemos pedido a través de la FOE que no nos pueden dejar sin esas ayuda”, resalta. Espera del impulso prometido por el Ayuntamiento de Huelva cuando se abra el comercio y la hostelería.

La Semana Santa es un referente importante para el sector turístico, así lo destaca Rafael Barba, secretario general del Círculo de Empresarial de Turismo, así que la suspensión de esta celebración suma al escenario negativo que se vive.

“En la hostería la Semana Santa tiene una repercusión en Huelva capital muy importante, es cerca de un 12% de facturación del año, es de una importancia brutal”, dice Rafael Barba. Mientras en la capital los alojamientos hoteleros están prácticamente ocupados toda la semana. A ello se suma que nuestra costa recibe un gran impulso del Jueves Santo al Domingo de Resurrección, “es el primer pistoletazo de salida y el termómetro de lo que va a ser la temporada en circunstancias normales”.

El problema es que no se tienen históricos de una situación parecida. “En años de lluvia pues se ha pinchado y se acepta con normalidad, pero esto es muy distinto”, señala. Lo que preocupa más es que no será un problema puntual en Semana Santa, “sino que estamos viendo un panorama desolador de cara a medio y largo plazo, eso es lo que verdaderamente nos preocupa a día de hoy”.

Desde el Círculo Empresarial se habló siempre de herramientas, de infraestructuras, de servicios en las playas, “nunca -dice Barba- hemos entrado en una cancelación por el mal tiempo, en estos momentos es muy distinto, ahora sí necesitamos ayuda, porque lo que estamos viendo en esta crisis es que corre peligro el propio tejido empresarial, no será un mes o mes y medio, ocurre que la incorporación a la normalidad no va a ser de golpe sino progresiva y tardará”.Eso es lo que están analizando desde la Federación Española de la Hostelería y la de Hoteles, “trasladar al Gobierno que ponga medidas que vengan a paliar realmente las tensiones de tesorería que se están generando”. Ahora no hay ingresos y sí muchos gastos, de seguridad social, suministros, alquilarles... “mientras las medidas de ayudas son insuficientes, que desafortunadamente pueden llevar al cierre de muchos establecimientos”.

Reconoce que hay empresarios que preguntan por el procedimiento para plantear el cierre de hoteles esta temporada, “y eso lleva a un efecto de arrastre a otros sectores, pues el aporte de los hoteles es de unas 17.500 personas”.

El sector venía de una senda de crecimiento del 5% respecto al 2018, “cerramos un 2019 muy bueno y nos encontramos de repente con esta situación, por eso tanta preocupación”.

Lo que se pide desde el Círculo Empresarial de Turismo son medidas que garanticen el menoscabo de los ingresos. Habla de las líneas de créditos ICO, “que para el turismo se agotaron en 48 horas, con un año de carencia que será insuficiente, de aquí aun año no creo que volvamos a estar en nuestros mejores escenarios”, matiza.

Los datos de los que dispone, a través de consultoras, sitúa “una recuperación un poco antes del sector hostelero pero para el hotelero se habla de febrero del año que viene”. Al mismo tiempo que se destaca que la normalidad, la vuelta a los datos de récord turísticos que se tenían, “no se conseguirá hasta dentro de un par de años”. La realidad es que es un turismo vinculado a los vecinos europeos, “que no van a salir de sus casas en un tiempo”.

Rafael Barba señala que “medidas para amortiguar esos periodos de baja actividad deben tomarse con más rigor y ser más contundentes”. Así habla de lo que suponen los alquileres y “solo se va a realizar una reducción del del 25% en la facturación del gasto de la luz, para aquellos que hayan tenido pérdidas en meses anteriores; eso no son medidas para cuando no entra dinero en caja”.

Lamenta que no tengan noticias de los ayuntamientos en cuestiones como el Impuesto de Actividades Económicas que solo afecta a los grandes empresa, pero sí a todas el IBI, que en un año supone 11 millones de euros de ingresos a los ayuntamientos del sector turístico hotelero y hostelero. “Nadie se ha pronunciado si tomarán medidas y esa es una cantidad importante que de no tener actividad cómo le vamos a hacerle frente”, señala.

Lamenta que solo se hable de turismo en las administraciones para ir a Fitur, “para decir que van muy bien las cosas”. Sostiene que “la administración local tiene que ver cuáles son sus deberes, ahora es cuando hay que demostrar lo que se apuesta por el sector turístico”.

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