Ictus y fibrilación auricular

La diabetes aumenta el riesgo de padecer un ictus, generalmente de tipo isquémico

El ictus es una enfermedad neurológica en la que es fundamental la rapidez con la que se actúe para el evitar secuelas derivadas de esta patología. Según la Sociedad Española de Neurología cuando existe atención por parte de un especialista en las primeras horas, la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad grave puede reducirse a la mitad.

De los 134.000 casos de ictus que se producen en España, el 20 por ciento están causados por la Fibrilación Auricular (FA), la arritmia cardíaca más común. Tal y como reflejan los datos de la Sociedad Española de Cardiología, afecta al 4,4 por ciento de los españoles mayores de 40 años, o lo que es lo mismo, más de un millón de pacientes, de los cuales más de 90.000 están sin diagnosticar. Su principal riesgo es el ictus, que supone la primera causa de muerte en las mujeres y la segunda en hombres en España y la embolia sistémica.

Para profundizar en los últimos avances científicos en el tratamiento anticoagulante y debatir sobre el manejo práctico de los anticoagulantes orales directos y su manejo en situaciones especiales que ocurren en los Servicios de Urgencias, se ha celebrado la jornada "PrevICTUS: tromboprofilaxis del ictus en la FA, soluciones prácticas para el Servicio de Urgencias. Una visión multidisciplinar". Se trata de una reunión que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y que ha sido impulsada por la Alianza Bristol Myers Squibb-Pfizer.

Para el doctor Alfonso Martín Martínez, que ejerció de moderador y es jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa y coordinador del Grupo de Arritmias Cardíacas de la SEMES, "la introducción de los ACODs en los Servicios de Urgencias ha permitido beneficios muy importantes, tanto para los pacientes como para la logística del proceso. Así, la anticoagulación es efectiva en pocas horas, lo que evita la necesidad de tratamientos combinados con heparina e incrementa la seguridad de los pacientes (y la tranquilidad de los médicos) ya que abandonan el servicio de urgencias con una anticoagulación efectiva". Además, el Dr. Martín afirmó que "son fármacos muy seguros, que asocian una menor tasa de complicaciones y que han reducido la prevalencia de hemorragia grave (sobre todo intracraneal) en los pacientes con FA que acuden a los servicios de urgencias".

Una de las patologías crónicas que afecta al funcionamiento de los vasos sanguíneos, aumentando de 2 a 4 veces el riesgo de padecer un ictus es la diabetes. Según la Federación Española de Diabetes (FEDE), en la gran mayoría de diabéticos se producen ictus de tipo isquémico, no hemorrágico, y afectan con mayor frecuencia a mujeres que a hombres. Además, tal y como reveló un estudio del Instituto del Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), padecer un ictus isquémico aumenta en un 72 por ciento el riesgo de muerte en las mujeres, en los 5 años siguientes, frente al 22 por ciento en el caso de los hombres. Es lo que hay. Seguro.

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