Enfermedad lateral amiotrófica

Debería existir una unidad hospitalaria especializada por cada millón de habitantes

Cada año, en España, unas 700 personas comienzan a desarrollar los síntomas de la Enfermedad Lateral Amiotrófica (ELA). Se trata de una de las principales causas de discapacidad en nuestro país y es una de las enfermedades con mayores costes sociosanitarios. Por este motivo, desde la Sociedad Española de Neurología insisten en la necesidad de que en todos los hospitales de referencia se disponga de una Unidad especializada y que al menos exista una por cada millón de habitantes.

Con motivo del Día Internacional de la ELA que se celebró días atrás, el Dr. Alejandro Horga, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la SEN, matizó que "presentar debilidad muscular, atrofia, contracciones musculares o rigidez o tensión muscular (espasticidad), es la sintomatología más característica de esta enfermedad, que generalmente suele debutar en los músculos de las extremidades (entre el 60 y el 85 por ciento de los casos). Aunque hasta en un tercio de los pacientes se inicia en los músculos bulbares, afectando al habla, la deglución y la masticación. Pero, puesto que se trata de una enfermedad que progresa muy rápidamente, pronto otros grupos musculares comenzarán a verse afectados, convirtiéndose especialmente peligrosa cuando la enfermedad comienza a afectar a los músculos respiratorios".

Tal y como señala la Clínica Universidad de Navarra se trata de una enfermedad en la que en ningún momento se afectan las facultades intelectuales, ni los órganos de los sentidos (oído, vista, gusto u olfato) ni hay afectación de los esfínteres ni de la función sexual. Además, la enfermedad cursa sin dolor aunque la presencia de calambres y la pérdida de la movilidad y función muscular acarrean cierto malestar. Y en algunos casos, aparecen síntomas relacionados con alteraciones de la afectividad (lloros, risas inapropiadas o, en general, respuestas emocionales desproporcionadas como reacción a la afectación física).

Uno de los aspectos que hay que cuidar es la salud bucodental para prevenir posibles complicaciones y patologías orales. Tal y como recuerdan desde el Consejo de Dentistas, el cepillado dental se hace cada vez más difícil, por lo que estos pacientes necesitarán ayuda para poder seguir la rutina de higiene diaria. En los casos en los que la enfermedad esté en fase avanzada y el enfermo no pueda comer por la boca, el cepillado e higiene oral sigue siendo fundamental.

Para estos pacientes y también para otras personas que tengan alguna enfermedad, discapacidad, problemas o limitaciones a la hora de mantener su higiene personal, el cepillo eléctrico sigue siendo la mejor opción.

Asimismo, para sus familiares o cuidadores es mucho más práctico y eficaz utilizar este tipo de cepillo, ya que reduce la placa bacteriana un 20 por ciento más que otros sistemas. Además, estos aparatos tienen un mecanismo de control de la presión que evita que se produzca una abrasión en la superficie de los dientes, respetando así el esmalte dental y el cuidado de las encías en este tipo de pacientes. Es lo que hay. Seguro.

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