Ola de calor

Consejos esenciales para prevenir muertes e insolaciones ante una ola de calor

Un hombre bebiendo junto a un termómetro en medio de una ola de calor

Un hombre bebiendo junto a un termómetro en medio de una ola de calor / EFE

El inicio de la primavera en Andalucía se ha mostrado este año diferente a lo que estamos acostumbrados. El sol y las altas temperaturas dejaron de ser la tónica para dejar paso a precipitaciones que, de alguna manera, también paliaron los efectos de las comunes sequías. Ahora, un mes antes de el pistoletazo de salida del verano, el fin de semana se presentará como el maestro de ceremonia para inaugurarlo. Tras una semana con muchos municipios andaluces por encima de los 30 grados, los próximos días podrían registrarse en la región temperaturas récord para esta época del año. La peor ola de calor en 20 años llega a partir de este viernes con temperaturas por encima de los 40 grados.  Esto no tiene solo consecuencias sobre el entorno, también en la salud humana. ¿Cuáles son los riesgos? y, ¿Cómo prevenirlos?

Las elevadas temperaturas  y un tiempo excesivo de permanencia al sol pueden desencadenar una insolación o golpe de calor, que puede incluso llegar a producir la muerte.  El calor excesivo puede hacer que dejen de funcionar los mecanismos que regulan la temperatura del organismo, produciendo deshidratación y otros efectos graves.  La temperatura ideal del cuerpo es de 35º a 37º, pero si sobrepasa estos grados debe hacer un esfuerzo para enfriarse que consume mucha energía.

Cuando la temperatura del cuerpo pasa de su límite durante mucho tiempo, empieza a aparecer una serie de síntomas golpe de calor que dan señales de que algo no funciona adecuadamente, como cansancio excesivo, calambres o calores súbitos.  En estas circunstancias, no olvides que prevenir siempre es mejor que curar. 

CONSEJOS PARA AFRONTAR LA OLA DE CALOR 

  • Hidratación, esencial

Este es el más importante de los consejos. Para mantener a 'raya' niveles saludables en el organismo y que todos sus procesos funcionen de manera correcta, hay que mantener el cuerpo convenientemente hidratado, bebiendo unos 2-2,5 litros de agua al día.  

De este modo la hidratación va siendo paulatina y eficiente contrarrestando la pérdida de líquido derivada de la sudoración. Lo más conveniente, especialmente para las personas mayores y los niños, es llevar siempre una botella de agua encima y beber a pequeños sorbos cada cierto tiempo. 

  • Horas de salida

Pasear es muy saludable, pero durante las horas de temperaturas más extremas es conveniente evitar salir a la calle. Para reducir la sensación de calor en el cuerpo evita salir a la calle en las horas más calurosas del día. Estas horas son entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde.

  • Ropa adecuada

 El tejido debe proteger del sol, pero sobre todo permitir que el sudor se evapore. Además, los colores claros reflejan más los rayos del sol y mantienen el cuerpo más fresco al evitar que el calor se concentre en la ropa. Lo ideal es utilizar ropa ligera, cómoda y transpirable, así como calzado ligero, usar sombrero o gorra y gafas de sol. 

  • Buen aislamiento en casa

Mantener la casa fresca es ahora todo un reto. Blanco recomienda cerrar ventanas y bajar persianas siempre que sea posible durante el día y ventilar durante la noche.

  • Comidas poco abundantes

Las comidas son tan importantes como la elección e ingesta de líquidos. Es conveniente comidas ligeras con gran cantidad de verduras y frutas frescas. En contraposición, es inadecuado incorporar a nuestra dieta comidas grasas y muy especiadas que, además, dificultarán la digestión.

  • Reducir la actividad física en exteriores

El deporte es un gran aliado para la salud física, pero puede suponer un riesgo ante las altas temperaturas que contribuyen a  aumentar la temperatura corporal a la hora de hacer ejercicios físicos, generando distintas reacciones fisiológicas en nuestro organismo para defenderse del calor. La práctica de ejercicio (caminar o correr, por ejemplo) debe realizarse a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Las temperaturas son más suaves y es más fácil encontrar zonas de sombra.

  • Cafeína, azúcar y alcohol, enemigos

El alcohol está prohibido durante las épocas de más calor ya que deshidrata el cuerpo consiguiendo el efecto contrario al deseado. La cafeína y el exceso de azúcar se desaconsejan porque no calman la sed y no ayudan con eficacia a la reposición de líquidos. 

Incluso el abuso de zumos naturales puede resultar contraproducente en la dieta de las personas mayores debido a una mayor concentración de estos azúcares.

  • Cuidado con los cambios de temperatura bruscos

En el momento de la ducha es preferible optar por agua tibia. Si llegas de estar a una temperatura de 40 grados y te metes en agua muy fría, la diferencia térmica puede causar un impacto en el cuerpo. La piel se constriñe, la circulación central puede dar un pico de hipertensión e incluso puede generar accidentes cardiovasculares.

El resultado sería una hidrocución, lo que se conoce popularmente como corte de digestión. El experto recomienda bajar progresivamente la temperatura del agua para reducir el impacto de temperatura.

Así, debemos tener cuidado con los aires acondicionados. Mantenerlos  a una temperatura ambiente y no excesivamente fría, también evitará estos cambios bruscos de temperatura. 

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