Salud cardiovascular

El estrés prolongado puede causar ataques cardíacos

El estrés prolongado puede causar ataques cardíacos

El estrés prolongado puede causar ataques cardíacos / Getty images

Todo lo que surge en nuestra mente –pensamientos, creencias y percepciones– afecta a nuestro cuerpo. La conexión entre ambos vértices, y la importancia de la salud  mental, es uno de los campos de actualidad de mayor peso en la opinión pública y política. Cómo manejamos el estrés, la ansiedad u otros trastornos pueden afectar a como nos relacionamos con los demás, tomamos decisiones o vivimos el día a día. Su importancia, hasta ahora, quedaba reducida a un segundo plano pese a que sus secuelas pueden tener efectos graves en la salud a largo plazo. Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Linköping en Suecia, revela que los niveles de cortisol, la hormona del estrés, aumentaron en los meses previos a un ataque cardíaco. Estos resultados sugieren que el estrés a largo plazo es un factor de riesgo de ataques cardíacos.

 El estrés es la manera como su mente y su cuerpo reaccionan ante una amenaza o un desafío. Su padecimiento a largo plazo puede afectar su salud física y mental. Sus efectos a largo plazo no cuentan con una extensa evidencia científica pero es bien sabido que el estrés emocional o físico repentino, como desastres naturales o eventos graves similares, puede desencadenar ataques cardíacos.

''Los niveles de cortisol, la hormona del estrés, difirieron entre las personas que han tenido un ataque cardíaco y las que no lo han afectado. Esto sugiere que el cortisol en el cabello puede ser un nuevo marcador de riesgo de ataques cardíacos. Por lo que debemos tomarnos el estrés en serio'', explica el profesor Tomas Faresjö, investigador principal del estudio.

LA RESPUESTA DEL CUERPO

Un ataque cardíaco es un daño al músculo cardíaco debido a la falta de suministro de oxígeno a una parte del corazón. La mayoría de las veces se forma un coágulo de sangre que impide que la sangre fluya a través de las arterias coronarias que suministran sangre rica en oxígeno al corazón.

El cuerpo responde al estrés en muchos niveles. En primer lugar, libera las hormonas del estrés que lo hacen respirar más rápido. Su presión arterial sube. Sus músculos se tensan y su mente corre a gran velocidad. Todo esto lo pone en acción para enfrentar una amenaza inmediata.

El problema es que el cuerpo reacciona de la misma manera a todos los tipos de estrés, incluso cuando usted no está en peligro. Con el tiempo, estas reacciones relacionadas con el estrés pueden causar problemas de salud.

Para ello, el grupo de investigación mejoró el uso de un nuevo biomarcador, en el que miden los niveles de la hormona del estrés cortisol en el cabello.

Esto permite medir los niveles de cortisol hacia atrás en el tiempo, similar a los anillos de crecimiento en un árbol. No obstante, por el momento, este método de análisis solo está disponible en entornos de investigación.

''Si le preguntas a alguien que ha sufrido un infarto si estaba estresado antes del infarto, muchos responderán que sí, pero esa respuesta puede estar teñida por el evento cardíaco. Nosotros evitamos este problema con nuestro método, ya que usamos un marcador biológico que puede medir retrospectivamente y mostrar objetivamente los niveles de estrés en los meses previos al ataque cardíaco”, dice Faresjö.

ALTOS NIVELES DE CORTISOL

Uno de los principales hallazgos del estudio fue que los investigadores demostraron que los pacientes que sufrieron un ataque cardíaco tenían niveles más altos de cortisol estadísticamente significativos durante el mes anterior al evento.

Para ello, utilizaron muestras de cabello entre 1 y 3 centímetros, que corresponden a 1-3 meses de crecimiento del cabello. Así, midieron los niveles de cortisol en muestras de cabello de 174 hombres y mujeres en la vida profesional que habían sido ingresados por infarto de miocardio en clínicas de cardiología. Como grupo de control, los investigadores utilizaron muestras de cabello de más de 3.000 participantes de edades similares en el estudio sueco SCAPIS.

Además, se ajustaron a otros factores de riesgo cardiovascular establecidos, como presión arterial alta, niveles altos de lípidos en sangre, tabaquismo, antecedentes de ataques cardíacos, ataques cardíacos hereditarios y diabetes. También encontraron que los niveles altos de cortisol seguían siendo un factor de riesgo importante para el corazón.

La causa subyacente de la mayoría de los ataques cardíacos es la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias). Esto puede comenzar a surgir décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas. Así, una cuestión importante es cómo se asocian el estrés a largo plazo y la aterosclerosis.

Asimismo, señalan que la experiencia del estrés no siempre coincide con el estrés biológico. Un individuo puede sentirse estresado sin tener ninguna medida objetiva de estrés. Y lo contrario también puede ser cierto: los sistemas de estrés del cuerpo pueden ser muy activos, aunque el individuo no se sienta estresado.

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