Búsqueda de alternativas a la crisis antibiótica global

No se hace ciencia tomando cervecitas

  • El proyecto Magic Bullet obtiene 7,8 millones de financiación en el contexto del VII Programa Marco de la UE con el objetivo de mejorar el pronóstico de la neumonía asociada a la ventilación mecánica.

"No se consiguen 6 millones de euros para buscar una bala mágica contra las resistencias microbianas tomando cervecitas después de la jornada laboral matutina en el hospital". Al menos, eso dice José Miguel Cisneros, coordinador del proyecto Magic Bullet del VII Programa Marco de financiación de investigación en la UE, cuando da las razones de por qué al sur del Sur se puede competir con los mejores por la captación de fondos internacionales. Muchas horas de trabajo, apoyo del entorno institucional y "contar con quienes saben hacer las cosas en cada campo, darle a cada cual su espacio en un proyecto por definición interdisciplinar".

Cisneros, desde el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla (Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas), articula un esfuerzo que ha implicado a instituciones y profesionales de cinco países europeos (España, Grecia, Italia, Alemania y Francia) en un proyecto común que empezó su andadura preliminar en 2010, en enero recibió el impulso definitivo y durará tres años. Ello supone la captación de seis millones de euros de fondos comunitarios que, junto a los 1,8 millones en los que está valorado el trabajo de las personas participantes en el proyecto en instituciones públicas, suman 7,8 millones de euros como cuantía total. El objetivo es mejorar el pronóstico de la neumonía asociada a ventilación mecánica, una de las infecciones hospitalarias que ocasiona mayor mortalidad, y que con la crisis de los antibióticos es cada vez más difícil de tratar. "En nuestro hospital contamos con 215 antibióticos diferentes; sin embargo -explica Cisneros-, existen infecciones frente a las que solo uno de ellos es eficaz. Esta escasez creciente de antibióticos eficaces tiene dos razones principales. La primera, el incremento de las resistencias bacterianas, que es una respuesta natural defensiva de las bacterias contra los antibióticos. Y la segunda la reducción en la investigación y desarrollo de nuevos antimicrobianos en los últimos años". Un problemón, por ejemplo, para pacientes de UCI. Que son en quienes piensa mayormente este proyecto. La idea nuclear es tratar mejor la neumonía, con el antibiótico más eficaz y hacerlo lo antes posible. Un objetivo sectorial del proyecto que coordina Cisneros es arañar horas a ese tiempo crucial. Actualmente son necesarias 72 horas para establecer el diagnóstico microbiológico de esta infección: demasiado tiempo cuando el tratamiento inicial no ha sido apropiado.

En el Magic Bullet participan 35 instituciones: en concreto, 29 hospitales españoles, griegos e italianos; cinco laboratorios microbiológicos de Alemania, Francia y España (tres de ellos hospitalarios, como el del Virgen Macarena, de Sevilla); dos empresas biotecnológicas, Biomedal (Sevilla) y Halotech (Madrid); y el Caiber, plataforma de ensayos clínicos del Instituto de Salud Carlos III.

El proyecto está dividido en seis paquetes de trabajo, cada uno con su coordinador correspondiente. El primero es un ensayo clínico que pretende comparar en 500 pacientes (se espera poder empezar en junio) el medicamento estándar con el que se tratan estas neumonías, meropenem, con colistina, antibiótico descrito en 1947, del que se desconoce con precisión su eficacia y seguridad, pero que es en la actualidad el más activo in vitro frente a las bacterias que ocasionan con mayor frecuencia esta infección. Si la colistina realmente funciona en estos casos, se habrá aportado una alternativa terapéutica este contexto de crisis antibiótica global. Este ensayo clínico, que se realizará en 29 hospitales de España, Grecia e Italia, está liderado por José Garnacho, de la UCI del Hospital Virgen del Rocío.

Los otros cinco paquetes de trabajo del Magic Bullet analizarán el comportamiento de los medicamentos en el organismo (farmacocinética) en 30 pacientes, bajo la coordinación de Fernando Docobo, del Hospital Virgen del Rocío-IBIS; también se estudiará el impacto de este enfoque terapéutico en la flora bacteriana [microbiota] de los pacientes, a cargo de un equipo liderado por Jordi Vila, del Clínico de Barcelona; otro grupo, liderado por Germán Bou (Hospital de La Coruña) y Patrice Nordman (Hospital de Bicêtre, París), analizará el genoma bacteriano buscando nuevas dianas para que los medicamentos puedan vencer las resistencias; asimismo, se evaluarán las posibilidades de la tecnología de PCR como herramienta diagnóstica rápida, bajo la coordinación de Mike McConnell (Virgen del Rocío-IBIS); y las dos empresas implicadas en el proyecto probarán, capitaneadas por Miguel Ramírez (Halotech) y Ángel Cebolla (Biomedal), sendos prototipos de test de resistencias que permitan adelantar esa información vital.

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