Es cuestión de días que la píldora del día después empiece a venderse sin receta e incluso a menores de edad en las farmacias. La decisión fue adoptada a mediados de mayo por el Gobierno y su aplicación sólo depende de unos trámites.

Su dispensación, en Andalucía, llega precedida por la polémica. Mientras desde la Sociedad Andaluza de Contracepción se insiste en que el fármaco no tiene contraindicaciones y se defiende la decisión del Gobierno de autorizar su venta sin la prescripción de un médico, facultativos y farmacéuticos recelan de que pueda tomarse sin control.

El revuelo empezó en Cataluña, donde la Generalitat y el Consejo de Colegios Farmacéuticos firmaron un protocolo de actuación que en la práctica abría la puerta a la posibilidad de que los boticarios pudieran negarse a darla. Dicho protocolo fue puesto en duda por el Ministerio de Sanidad, al entender que contiene "cuestiones que ofrecen dudas", como que los farmacéuticos "tengan capacidad legal para evaluar la madurez de la mujer" que adquiere ese método anticonceptivo de emergencia.

El debate llega ahora a Andalucía. En Málaga, el Colegio de Farmacéuticos se plantea la posibilidad de aconsejar a sus asociados que, si no lo tienen claro, no den la poscoital a los menores de 16 años.

Aunque es una cuestión que todavía no se ha tocado en los órganos pertinentes -previsiblemente se hará en el próximo pleno de la Junta de Gobierno-, el argumento en el que se basaría esa suerte de objeción de conciencia sería el de que un menor de edad, para tomar determinadas decisiones, necesita contar con un informe de madurez. Para obtener una píldora poscoital, sostienen, también haría falta ese informe. En la práctica, la menor de 16 años no podría lograr la píldora de manera inmediata, sino que tendría que acudir antes a su médico para que éste emitiera el informe favorable. Sólo entonces el boticario dejaría de poner pegas. Así sí se cumpliría la Ley del Menor.

"Según la decisión del Gobierno, tengo que venderla sin receta, sin consentimiento paterno y a menores", resumió el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela. No es de recibo, se añade desde el Colegio, que una mujer adulta necesite receta para tomar el mismo principio activo (levonorgestrel) en dosis más pequeñas con fines anticonceptivos y una chica de 14 años pueda adquirir la píldora del día después, que contiene dosis superiores, sin vigilancia médica.

Fuentes del Colegio malagueño, no obstante, dejaron claro que esa objeción sería una cuestión personal, una potestad de cada farmacéutico, y nunca una norma de obligado cumplimiento. El Colegio, como institución, sólo podría recomendar esa práctica, no imponerla.

En Granada, el debate ya está abierto y en unos días se tomará una postura oficial. Ayer, el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Manuel Fuentes, prefirió no pronunciarse sobre la cuestión: "Es algo que todavía no se ha planteado en la Junta de Gobierno, que es el sitio donde debe hacerse, y no me debo manifestar antes de que eso suceda, sobre todo en un caso tan delicado, en el que hay que valorar cuestiones como la objeción de conciencia y su compatibilidad con los derechos de los usuarios".

Manuel Fuentes no pudo precisar si en la próxima Junta de Gobierno, prevista para septiembre, se ha incluido algún punto específico en el orden del día sobre la posibilidad de sumarse a la propuesta malagueña. No obstante, es evidente que un tema tan candente y delicado deberá abordarse en ese contexto. Lo difícil sería que se pasara por alto.