-¿Qué debates propiciará la celebración del Congreso Nacional Farmacéutico?

-Nuestro lema para este congreso es ‘Somos farmacéuticos: Asistenciales, sociales y digitales’. Reuniremos a más de 140 ponentes en más de 40 encuentros profesionales. Un tema prioritario es la seguridad del paciente en el uso de medicamentos. También abordaremos la continuidad asistencial entre la farmacia hospitalaria y la comunitaria para acercar esa dispensación colaborativa como ya se está haciendo en Andalucía; y favorecer que algunos medicamentos de uso hospitalario estén disponibles en las oficinas de farmacia. Asimismo, trataremos la innovación social de la farmacia en muchos aspectos. Nuestra cercanía tiene un gran valor social, tanto en lo sanitario como en la gestión de la incertidumbre o en temas concretos como la violencia de género. Por último, apostamos por la transformación digital. Hemos trabajado en una App, que presentaremos en este congreso, para unir la medicación que el paciente tiene prescrita tanto si viene del sistema público como del privado. El objetivo es tener en un solo historial farmacoterapéutico todos los fármacos que utiliza cada ciudadano.

-También son anfitriones del congreso de la Federación Internacional Farmacéutica. ¿Cómo define las fortalezas del modelo español?

-Nuestro país tiene un modelo de farmacia que es una conquista social de la ciudadanía. Contamos con una farmacia por cada 2.000 habitantes y hay países de nuestro entorno que elevan ese ratio a los 15.000. El hecho de tener un sistema regulado como el que tenemos, con una tremenda cercanía donde el 99% de los ciudadanos tiene una oficina de farmacia en el lugar donde vive, lo demuestra. En situaciones límite como las que hemos vivido, la farmacia ha sido esa puerta abierta, esa luz encendida a la que acercarse. Hemos demostrado ser muy resilientes con el sistema.

"La población ha manifestado claramente que necesita más servicios de las farmacias”

-¿Y cuáles serían sus debilidades o necesidades?

-Tenemos que seguir avanzando en dar mayores servicios a los ciudadanos, de una manera ordenada con el sistema público, a través de los 57.000 farmacéuticos de nuestro país. Hemos de plantear, y así lo veremos a nivel europeo, una mayor competencia. Estamos capacitados y cuando podemos intervenir en determinados procesos siempre obtenemos resultados positivos.

-¿Cómo valora el encaje futuro de esa farmacia más asistencial en el Sistema Nacional de Salud?

-Insistimos desde hace tiempo porque creemos en ello y se ha puesto de manifiesto no solo por nuestra parte, sino por la propia población que quiere contar mucho más con la labor de la farmacia en colaboración con otros profesionales sanitarios. Vamos a presentar unas encuestas donde de manera clara los ciudadanos han manifestado que quieren más servicios de las farmacias y las administraciones tienen que ser sensibles a eso. Debemos plantearnos un nuevo escenario del mundo farmacéutico con mucho más servicios a la sociedad y al propio Sistema Nacional de Salud.

-¿Ve necesario mejorar la comunicación con Atención Primaria?

-Sin ningún tipo de duda. Y además tenemos las herramientas necesarias. Contar con todo el sistema electrónico de receta es solo una parte, pero podríamos tener una mayor colaboración con los prescriptores. Ahora que se habla de modernización, es un campo en el que podemos avanzar y necesitamos voluntad política porque las herramientas ya están ahí.

-En tiempos de inflación y subida del gasto farmacéutico, ¿cómo contribuye la farmacia a la sostenibilidad?

-La palabra gasto no nos gusta. Preferimos llamarlo inversión. Esta inversión es de las más transparente y detallada. Todos los años se revisan los precios. Tenemos los precios más baratos de los medicamentos en toda Europa. Esa inversión revierte en menos hospitalizaciones, intervenciones, recaídas y mejora la salud de los ciudadanos. En nuestra contribución a la sostenibilidad del sistema se incluyen todas las ayudas, indicaciones, actuaciones y consejos que realizan los farmacéuticos y que se prestan de manera gratuita en las farmacias. Suponen un ahorro al SNS valorado en unos 3.200 millones de euros. Además, si fuésemos capaces de dar mayor servicio en el seguimiento farmacéuticos, especialmente a pacientes mayores, crónicos polimedicados, se podrían ahorrar unos 2.200 millones, un 22,7% de la inversión en medicamentos. El gasto en medicamentos de uso ambulatorio en España es menor que la media europea y eso que somos de los países con mayor índice de cronicidad y envejecimiento de la población. La farmacia española es de las que menor margen bruto de beneficio tiene junto a Grecia y Portugal. Podemos correr un riesgo importante en la sostenibilidad de las propicias farmacias cuando algunas empiezan a ser más vulnerables.

"Es lógico que ninguna Comunidad Autónoma haya recurrido a una medida similar a la subasta”

–¿El debate sobre la liberalización del sector se considera superado?

–Por supuesto. Todo el arco político apoya la validez del modelo español de farmacia existente así como las autoridades sanitarias de todas las comunidades autónomas y a los hechos me remito, como hemos visto en la pandemia.

–¿También lo está el planteamiento de medidas como la subasta de medicamentos?

–No sé si está superado, pero deseo que lo esté. Deseo que no vuelva a ocurrir lo que pasó en Andalucía y el tiempo lo ha demostrado. Acabar con la subasta ha supuesto que el desabastecimiento en farmacias se reduzca un 48%. Es lógico que ninguna Comunidad Autónoma haya recurrido a una medida similar.