investigación biomédica

Objetivo: evitar la fuga de talento

  • En 2016, el Observatorio de Investigación e Innovación de la Comisión Europea alertaba de la pérdida de científicos en España

  • 12.000 investigadores emigraron a otros países

La secretaria de Estado de Universidades, Ángeles M.Heras, entre F. Plaza y S. Tsamousis, de Roche Farma.

La secretaria de Estado de Universidades, Ángeles M.Heras, entre F. Plaza y S. Tsamousis, de Roche Farma. / archivo

Hace dos años, el Observatorio de Investigación e Innovación de la Comisión Europea emitiía un inforrme que demostraba la ingente reducción del número de científicos en España producida entre 2010 y 2015. En un lustro 12.000 investigadores emigraron a otros países. La jornada Stop Fuga de Cerebros. Apostando por el talento científico, celebrada el pasado miércoles en Madrid, ha debatido las causas de este problema y la manera de crear oportunidades en España para retener investigadores o ayudarles a volver. "Brindar oportunidades tendrá un efecto a largo plazo en nuestros talentos, en los pacientes españoles y en la economía", recalcó Stefanos Tsamousis, director general de Roche Farma España, compañía que auspició el encuentro.

Para Manel Esteller, director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Barcelona), las medidas que deben potenciarse con diversas: desde contar con un ministerio de ciencia a que haya consejerías de ciencia en todas las comunidades autónomas o que sean los propios científicos los que hagan de portavoces de sus reivindicaciones. "Comunicar ciencia debe ser obligatorio si se reciben fondos públicos", subrayó.

La conciliación, la transferencia de tecnología o las patentes, en el debate

Otras medidas que considera clave son potenciar la conciliación de las investigadoras -ya que la presencia femenina es mayoritaria- y la integración de personas con capacidades distintas, adaptando los edificios (eliminando escaleras y colocando rampas) o proporcionando plazas de aparcamiento. "Es muy importante mejorar la transferencia de tecnología y conocimientos y fomentar las patentes. Y los gestores deben ser mejores, falta tejido industrial, debe reformularse la universidad y es necesaria una Ley de Mecenazgo", propuso. En su opinión, entre las buenas ideas que se han puesto en marcha están en doctorando industrial y la captación de talento con programas como Ramón y Cajal o Icrea en Cataluña.

"Necesitamos una apuesta transversal por la ciencia, la educación y el desarrollo. Son precisos también consensos políticos y llegar al 2% de inversión del PIB en ciencia, porque seguimos anclados en el 1,2%. Y -como reiteró- debemos terminar con el déficit crónico en inversión pública e investigación".

El evento ha servido para que dos investigadoras que han obtenido la beca Stop Fuga de Cerebros, puesta en marcha por Roche, comenten su punto de vista. Para Laura Mordillo, de la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, "esta beca lo ha sido todo, llegó en el momento clave, porque me tendría que haber ido de España". Por su parte, Aitana Braza, del Hospital La Fe de Valencia, reconoció estar en la misma situación. "Estaría en la calle de no ser por la beca", admitió.

En el coloquio, Justo Castaño, director científico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, que indicó que son necesarias iniciativas conjuntas de capital público y privado "porque atreverse a innovar supone ahorrar dinero. Y la ciudadanía no es consciente de eso".

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