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Describen las propiedades para la salud de la ingesta de chile picante

  • Un estudio a gran escala analiza la relación entre el consumo habitual de guindillas o chile y las tasas de mortalidad

Chiles picantes.

Chiles picantes. / archivo

Investigadores del Larner College of Medicine de la Universidad de Vermont (Estados Unidos) han visto que el consumo de chile se asocia a una reducción de la mortalidad general del 13%, principalmente como consecuencia de una enfermedad coronaria o un accidente cerebrovascular, según datos publicados en la revista Plos One.

Siempre se ha pensado que los pimientos y el picante resulta beneficioso para el tratamiento de enfermedades pero hasta ahora sólo otro estudio, realizado en China y publicado en 2015, ha permitido examinar previamente el consumo de chile y su asociación con la mortalidad, que ahora corrobora este trabajo.

Utilizando los datos de una encuesta de hábitos nutricionales y salud con más de 16.000 participantes que se sometieron a un seguimiento de hasta 23 años, los autores analizaron su consumo de guindillas y vieron que quienes optaban por este alimento solían ser "más jóvenes, hombres, blancos o latinoamericanos, casados, fumaban tabaco, bebían alcohol y comían más verduras y carne, al tiempo que tenían un colesterol HDL más bajo y un menor nivel educativo", en comparación con los que no los comían.

Los autores realizaron un seguimiento medio de casi 19 años y se centraron en su mortalidad y en las causas específicas de la misma. "Aunque el mecanismo por el que los pimientos podrían retrasar la mortalidad no lo han detectado, si hemos visto que algunos canales TRP (Receptores de Potencial Transitor) son receptores primarios para la capsaicina, principal componente del chile", explica el estudio.

Entre las principales explicaciones podría estar el hecho de que la capsaicina desempeña un papel en los mecanismos celulares y moleculares que previenen la obesidad y modulan el flujo sanguíneo coronario y que también posee propiedades antimicrobianas que "pueden afectar indirectamente al huésped al alterar la microbiota intestinal", según han detallado.

Estudios anteriores habían sugerido cierta relación entre el consumo de chile y picante con mayor riesgo de cáncer estomacal o de colon, aunque no existe una sólida evidencia demostrada. Asimismo, otro estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry sostenía que los efectos nocivos atribuídos a la capsaicina podían ser contrarrestados con otro nutriente, presente en el gengibre, que actúa sobre los mismos recetores celulares que la capsaicina.

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