Recreativo

La polivalencia, una virtud de los jóvenes del Recreativo

  • Ponce o Cera podrán reforzar el lateral derecho o el centro del campo, según las necesidades

Ponce y Miguel Cera durante uno de los entrenamientos de la presente pretemporada.

Ponce y Miguel Cera durante uno de los entrenamientos de la presente pretemporada. / Canterla (Huelva)

No es nada fácil para los jugadores sub 23 disputar minutos en Segunda División B. La mayoría de jugadores jóvenes destacados eligen la opción de los filiales para competir en igualdad de condiciones, pero no siempre tiene que ser así.

El Recre el pasado año apenas aprovechó las licencias de hombres como David Segura o Charaf, entre otras razones porque eran jugadores de posiciones muy específicas y con poco margen al cambio. Sin embargo, parece que Alberto Monteagudo no tendrá ese problema en la próxima temporada. El técnico ha visto la llegada de jugadores sub 23 con opciones de pelear sus minutos, como Gustavo Quezada o Cera.

Precisamente el primero es el único de los sub 23 que tiene su puesto como mediocentro muy definido. Así, el onubense y canterano del Sevilla será una de las opciones que maneje Monteagudo para reforzar el lateral derecho si es necesario durante el año. De hecho, Cera ya jugó en esa posición varios encuentros en el Sevilla Atlético, aunque durante la mayor parte de su etapa formativa a actuado en diversas posiciones, pero siempre en la línea de medios, en la mayoría de las ocasiones por dentro.

A ellos hay que sumar a los dos canteranos albiazules que tendrán ficha con el primer equipo, Ponce y Nené. El bollullero también sabe lo que es jugar en el lateral derecho, posición que ha ocupado en los últimos años, participando también como carrilero en ocasiones, aunque su puesto natural es el de pivote defensivo, posición en la que destaca por su trabajo y despliegue físico.

Nené, por su parte, es otro perfil de jugador, que no tiene problema en alternar en cualquier posición de la línea de tres mediapuntas, ya que dispone de buena percepción del espacio y tiene buena visión de juego. Así, la polivalencia de los jóvenes será un valor añadido para que puedan gozar de minutos y encontrar su hueco dentro de la plantilla y de una categoría tan dura como la Segunda B.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios