El descenso del Atlético Onubense de Tercera División a División de Honor supondrá un cambio en la fisonomía del primer filial del Decano. Así, jugadores curtidos en el Grupo X y que han llegado a entrenar con el primer equipo e, incluso, debutar en Segunda División B tendrán que redefinir su futuro al quedarse demasiado lejos del primer equipo y en una categoría que se les queda pequeña. Es el caso de jugadores como Iván Robles, Misffut, Gustavo, Adri Díaz, Cerpa, Manu Torres o Diego Díaz. Muchos de ellos terminan contrato y no continuarán formando parte de la disciplina recreativista, salvo que el club les proponga ascender a la primera plantilla. Es una posición complicada. En Tercera hay un escalón que permite subir y bajar con más naturalidad como le sucedió esta campaña a Misffut o Víctor Barroso, quien en teoría tiene sitio en la primera plantilla desde el inicio.

Mientras otros que han cumplido su primer año como jugadores sénior (aunque hubieran debutado antes con el filial) conformarán la base del equipo, siempre que se llegue a un acuerdo con ellos en las condiciones de cara a la próxima temporada. Futbolistas jóvenes como Vichi, Juanma, Nené, Díaz o Diego Cortés deben ser el sustento de un equipo que podrá reforzarse con los futbolistas procedentes del División de Honor. De hecho, los juveniles se sumaron al término de su campeonato a la disciplina del filial y han terminado acumulando minutos. Los defensas Diego Domínguez y Revuelta y el centrocampista Ponce han formado parte de varias convocatorias y han tenido minutos, mientras que otros jugadores como Jesús Ruiz o Iván Arenas también han ido aportando en los entrenamientos semanales.

Por otro lado, la comisión deportiva también tendrá una mayor facilidad a la hora de buscar jugadores en la provincia para poder reforzar al Atlético Onubense, ya que el nivel de División de Honor es menor al de Tercera.