Hace un año, cuando la pandemia obligó a suspender las competiciones, el Recreativo respiró aliviado. El Decano iba en clara cuesta abajo en la recta final del campeonato y un posible descenso a Tercera quedó anulado por la situación sanitaria. Al suspiro de alivio le siguió el renacimiento de la esperanza, pero la Federación presentó una manzana envenenada, ya que la Segunda División B sufrirá la próxima temporada una reestructuración que acercará o alejará a los clubes del fútbol profesional.

El Recre comenzó el verano consciente de que su situación económica le iba a poner muy complicado luchar por el ascenso a Segunda División, pero se esperaba que el Decano sellase su presencia en la Segunda B Pro, nada más lejos de la realidad. La temporada ha sido un fracaso rotundo. El cuadro albiazul llega a la penúltima jornada en una posición muy delicada, a cuatro puntos del sexto puesto (con el que conservaría alguna vaga opción de luchar por la pro) y sin depender de sí mismo para eludir una promoción de descenso con la que intentaría evitar su presencia en la quinta categoría.

El equipo ahora entrenado por Antonio Calle se aferra al último clavo ardiendo que le queda. Para quedar descartado por el momento de un doble descenso, el Recreativo deberá vencer mañana (12:00) a un Tamaraceite que lucha por ascender a Segunda y esperar a que el Cádiz B no gane mañana por la tarde en Sanlúcar. Ello le daría la opción al Recreativo de buscar la próxima semana la consecución de una machada en El Rosal ante el filial amarillo.

Puestos a buscar las razones de uno de los peores momentos deportivos de la longeva historia albiazul no se puede obviar el escaso rendimiento de una plantilla de la que se ha destacado su actitud y entrega por parte de los cuerpos técnicos que la han dirigido, por lo que se entiende que le ha faltado capacidad para caminar con una trayectoria algo más victoriosa. El Recreativo no ha ganado ni un solo partido fuera de casa en todo el año, ni por accidente; mientras que en las últimas fechas se ha diferenciado por ser un equipo especialmente blando en el aspecto defensivo.

El choque ante el Tamaraceite servirá para demostrar que el equipo está preparado para seguir compitiendo en la adversidad, o no. Los canarios ya tumbaron a los albiazules en el descuento del partido de la primera vuelta y son uno de esos conjuntos de los que se esperaba mucho menos de lo que han terminado obteniendo, así que la presión de los insulares es prácticamente inexistente.

Calle recupera para la cita a Dani Molina, que ha mejorado de su lesión en la costilla, aunque habrá que ver si el onubense llega en condiciones para ser titular. También vuelve José Antonio González tras cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. David Alfonso, por su parte, vuelve a sufrir problemas físicos que le apartarán del duelo.

El Nuevo Colombino recibirá la visita de 800 aficionados que serán una de las pocas buenas noticias de las últimas fechas y que también jugarán uno de los partidos más importantes de la historia del club.