recreativo | jumilla

Una cuestión de confianza

  • El Recreativo necesita el triunfo ante el Jumilla para recuperar el crédito perdido en los últimos partidos

  • Las bajas minan el potencial albiazul y condicionan el once de Salmerón

El Recreativo levantó la persiana y lo que entró fue un sol cegador. El Decano comenzó con dos victorias que deslumbraron a su afición, pero las nubes no tardaron en llegar y tras ella la tormenta. Es pronto para comenzar a pensar en que el inicio fue solo un espejismo, pero el sufrimiento acumulado en las últimas temporadas conduce al pesimismo y se demanda una muestra de potencial que haga cambiar el estado de ánimo reinante en el recreativismo. El cuadro albiazul acumula cuatro encuentros sin ganar (dos empates y dos derrotas) y tres sin marcar, lo que ha activado un estado de alarma prematuro cuando aún restan 32 jornadas.

En el análisis de los encuentros y de la trayectoria Salmerón no ha tirado ni de tópicos ni de excusas, pero lo cierto es que el técnico almeriense ha tenido que batallar con una gran cantidad de contratiempos que le han impedido poder aunar toda la fuerza que esconde su vestuario. Desde la ausencia deltransfer de Iván González en la jornada inaugural a la llegada de Ikwu en pleno mes de octubre hay que encajar bajas muy significativas jornada tras jornada. La única aceptada desde antes de la competición era la sanción de cuatro encuentros que le restaba por cumplir a Alberto Quiles, pero no se contaba con la sobrepoblación que ha sufrido la enfermería recreativista desde el arranque de la competición doméstica. Carlos Martínez, Iago Díaz, Marc Caballé, Mario Hernández, Fernando Llorente... Y ahora Pablo Andrade. El lateral zurdo forzará para ser de la partida, pero la predisposición del brasileño puede ser contraproducente porque lo cierto es que no tiene recambio y es el jugador que más amplitud ofrece al juego ofensivo recreativista. En esa tesitura Salmerón tendrá que decidir si improvisar o arriesgar y lo más seguro es que el preparador del Decano sea cauto y termine ubicando a Diego Jiménez en el carril zurdo.

Carlos Martínez tampoco podrá aportar su juego entre líneas al repetirse sus problemas en la espalda. Lo positivo es que el centro del campo albiazul se verá se armado con los retornos de Marc Caballé y Fernando Llorente, aunque ninguno de los dos llega en condiciones para poder afrontar el partido completo, así Salmerón tendrá que gestionar los minutos de los dos de tal manera que les saque la máxima rentabilidad.

En el otro lado estará un Jumilla que no tiene el potencial del resto de equipos murcianos, pero que llega tras imponerse al UCAM en la pasada jornada, lo que puede entenderse como un aviso para navegantes. El cuadro de Leonel Pontes tiene unos números parecidos a los del Decano, pero cuenta con un plantel bastante joven, con todo lo que ello implica, hambre y falta de experiencia en idénticas cantidades. El acuerdo del combinado murciano con el Wolverhampton le ha servido a los jumilleros para completar una plantilla competitiva, pero en la adaptación a la Segunda B llevan la penitencia.

La situación que atraviesa el Recre no es crítica, ni siquiera se acerca a otros momentos deportivos vividos recientemente, pero no es menos cierto que un quinto encuentro sin ganar sí que podría instalar un estado de apatía generalizado que acabara con la esperanza renacida tras los triunfos ante el Don Benito y el Badajoz. La llave está en volver a creer en que lo importante es mantenerse cerca de la cabeza de la clasificación, tener un estilo propio y ser capaz de ganar partidos desde el prisma que sea.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios