Recreativo

Un combate nulo

  • El Recre desactiva por completo a uno de los rivales más poderosos de la categoría, pero naufraga con balón cuando se queda en superioridad y su oponente se repliega

Marc hhpina handrade hhisrael Puerto H

I. González H

Tropi HH

Iago Díaz s.c.

Lolo Plá 15' H

Caballé H

Segura 76' H

Caye Quintana HH

Llorente H

Ródenas H

Barroso 61' H

Mario H

Orfila l

Álvaro H

Moisés H

Ayala H

Vitolo H

Julio Gracia H

Juan Moreno 70' H

Cordero H

Elady H

Ramírez 56' H

Santi Jara H

Fito Miranda H

Moyita 83' s.c.

El tiempo dará al punto sumado contra el Cartagena su valor. El choque contra uno de los rivales más poderosos de toda la Segunda B dejó dos claras conclusiones. La primera es que en orden y solidez difícilmente vaya a sorprender nadie a este Recre. Es una roca a la que cuesta un mundo meterle mano. Bien por los albiazules, que son una garantía. La segunda tuerce el gesto de más de un aficionado. Con balón, este equipo tiene todavía mucho margen de mejora. Se mueve a la perfección en los partidos cerrados en los que pasan pocas cosas, pero cuando tiene que tomar la manija demostró que aún está verde. No hay que rasgarse las vestiduras por ello. En la tercera jornada, ver que nadie es capaz de hacer un gol a un equipo prácticamente nuevo, y con su principal recurso ofensivo en la grada, es para estar seguros que irá a más, que este Recre sólo va a crecer, y si lo hace desde la más firme consistencia defensiva, su camino será ilusionante.

Salmerón tocó lo justo. Está funcionando demasiado bien este Recre como para someterlo a excesivos retoques. Dejó fuera a Lolo Plá para buscar la profundidad en velocidad de Iago Díaz y Alberto Ródenas al espacio. Marc Caballé debía darle el dinamismo necesario al centro del campo. El plan parecía claro. Si el Cartagena quería llevar el peso del partido se iba a encontrar con un león delante que mordería por cada balón para salir como un resorte tras cada robo a hacerle daño.

Ante un rival como el Cartagena un partido se vuelve una carrera de fondo en la que difícilmente se obtiene el éxito rápido o sencillo. No le importa a este Decano que parece dispuesto a madurar sus partidos ante cualquiera que se le ponga por delante. Al cuarto de hora tuvo que hacer frente Salmerón a la primera contingencia. Se le rompió Iago Díaz. Tuvo que entrar en su lugar Lolo Plá, lo que le hizo cambiar el guión previsto. Perdió verticalidad por toque sobre el césped. Con ello la respuesta tras cada robo también iba a ser diferente. Se volvió un partido más espeso, de distancias cortas y pequeños detalles.

El Cartagena quiso cambiar el ritmo del partido pero le fue imposible ante el orden albiazul. La pizarra de Salmerón equilibró de tal forma el choque que la distancia presupuestaria entre uno y otro ni se atisbó en el Colombino. El choque dio siempre la sensación de estar mucho más cerca de lo que pretendía el Recre de lo que buscaba su oponente. Mientras sucediesen pocas cosas iba a estar más cerca el 1-0 en un aguijonazo albiazul que si el duelo se abría. Lo único que pudo hacer el Cartagena fue golpear con peligro desde fuera del área en el 34. Ahí estuvo Marc para recordar que detrás de la telaraña había un porterazo. Ninguno de los dos equipos tenía prisas. Este Recre acostumbra a meter una marcha extra en las segundas partes. Ya el Cartagena sabía lo que había. El partido se iba a decidir por un pequeño detalle. No habría grandes diferencias.

Si en la primera una lesión alteró el plan, en la segunda fue Orfila con una patada fuera de lugar quien alteró el choque. El central no conforme con golpear a Andrade se unió en la protesta masiva a sus compañeros para terminar en el vestuario antes de tiempo. Era el minuto 53 y quedaba todo un mundo por delante.

Con 10 fue otro partido totalmente diferente. El Cartagena se dio la vuelta. Decidió que del choque ya poco más de un empate podría sacar. Munúa encerró a los suyos con un único delantero arriba buscándose la vida, mientras la pelota fue ya del Decano en exclusividad. Le tocaba entonces al Recre moverla para buscar espacios y abrir al rival. Si algo podía pasar iba a ser favorable a los onubenses.

Al Recre le sentó mejor el plan inicial que el que tuvo que enfrentar entonces. Con la pelota todavía le cuesta a estas alturas y además delante tenía a un oponente temible. El Nuevo Colombino jugó su papel apretando con ganas para intentar debilitar a un rival que se defendió bien con uno menos.

El partido requería algo diferente. Salmerón reconstruyó su ataque por las bandas. Había que abrir el campo, tener una mayor profundidad y someter a la defensa departamental a una presión mucho más constante. Apostó por Víctor Barroso y David Segura con esa intención. Los dos jóvenes entendieron bien su rol, pero no fueron capaces de superar a un Cartagena muy bien plantado atrás. Agotadas las fuerzas en el minuto 80, el choque quedó a expensas de un último chispazo.

Se volcó hasta la última gota de sudor este Decano, pero no fue suficiente. Además de ganas hacían falta ideas y este Recre demostró estar verde con balón. Y mientras madura, puerta a cero y siete de nueve. Hay 18 equipos que se cambiarían por él sin dudarlo.

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