A nadie escapa que José María Salmerón es un técnico que tiene en cuenta todos los condicionantes de un partido, por lo que no es descabellado pensar que el planteamiento que el entrenador del Recreativo vaya a presentar en Jumilla esté condicionado por el terreno de juego. El Polideportivo La Hoya cuenta con uno de los campos con menos anchura de Segunda B, lo que puede alterar el planteamiento del almeriense de partir con defensa de cinco, como en los últimos encuentros.
Por un lado, mantener los tres centrales dotaría al Recreativo de mayor seguridad por dentro, en el dominio del juego aéreo y en el control de la segunda jugada, pero los carrileros podrían terminar pisándose espacios con sus compañeros, tanto en la defensa como en situaciones de ataque. Eso sí, el recorrido sería menor y no obligaría a los jugadores de banda a alinearse tanto con la línea defensiva. Si Salmerón apuesta por volver a la defensa de cuatro con dos laterales con recorrido, estos podrían ayudar en ataque y terminarían facilitando que jugadores de banda aparecieran en zona de remate.
La decisión quedará en manos del técnico, pero no hay que obviar que se trata de un partido trampa, aunque, al menos, el Recre no pagará la presión ambiental en un estadio que apenas puede albergar a 800 espectadores. Además, el Recreativo sabe que todo lo que sea mantener el partido en la igualdad o ponerse por delante le favorecerá, ya que el Jumilla llega al duelo ante el Decano tras sumar tres derrotas de manera consecutiva, habiendo abandonado la zona alta y colocándose más cerca del descenso que de la promoción de ascenso.
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