Recreativo de Huelva

Los pecados de Claudio en el Recreativo

  • Los malos resultados, sus desencuentros con la directiva y la gestión del vestuario, claves del adiós

Claudio intenta motivar a sus jugadores durante el encuentro en Algeciras.

Claudio intenta motivar a sus jugadores durante el encuentro en Algeciras. / Erasmo

El Recreativo de Huelva anunció el domingo por la tarde noche la destitución de Claudio Barragán como primer entrenador. El detonante fue la derrota en Algeciras (3-1) y las controvertidas decisiones del técnico, con la 'guinda' de castigar a Quiles y Morcillo al sacarlos cuando el partido estaba prácticamente acabado. Pero sus desencuentros van más allá, tanto con la plantilla como con la directiva.

El técnico valenciano debutó con el Decano el 16 de febrero con una derrota en Don Benito (2-1) y se sentó en el banquillo albiazul tres partidos más antes de que se paralizase la competición.

La directiva apostó por su continuidad, pero lejos de reforzarse su figura se fue deteriorando y los encontronazos últimamente han sido públicos. Ya mostró su desacuerdo con el club a la hora de hacer públicos los casos de covid, siendo partidario Claudio de mantener la privacidad. El Decano dio los nombres de los primeros casos (Moha, Moyano y Matheus) pero tras las palabras del técnico ha mantenido en el anonimato el nombre de los dos últimos positivos.

Las relaciones con los rectores del club se tensaron aún más a principios de enero, cuando el valenciano desveló su nula relación con el consejo de administración: "Yo no tengo ninguna relación con el consejo, no he tenido el gusto de conocerlo. Cada uno puede tener su opinión. Yo tengo que tener el respaldo de quien lo tengo que tener y eso para mí es suficiente para seguir trabajando con las mismas fuerzas con las que vine, ni más ni menos", aseguró.

A la semana rectificó sus declaraciones, pero el daño estaba hecho. “Tengo que aclarar algo y es que el otro día me equivoqué; pedir disculpas si alguien se haya sentido ofendido, que no creo que sea el caso; me equivoqué porque mi acercamiento con el consejo es buenísimo, hay un contacto permanente”.

En lo deportivo, los números no han sido los esperados; en la pasada campaña sumó un triunfo sobre el Sanluqueño (2-0), un empate con el Marbella (0-0) y derrotas en Don Benito (2-1) y en el feudo de la Balona (1-0). Esta campaña deja al equipo sexto con 13 puntos en 10 partidos (4 victorias, un empate y 5 derrotas).

Otro aspecto que ha jugado en su contra ha sido la gestión del vestuario. Primero, porque el no repetir alineación tiene un doble efecto: mantiene a la plantilla activada, pero si los resultados no llegan no se entiende tanto el reparto de minutos y el cambiar tanto. Y segundo, porque ha relegado a un papel secundario a pesos pesados en el equipo. Jugadores que en teoría debían tener un papel protagonista han cambiado de rol y son claros suplentes, siendo los casos más evidentes los de Morcillo (sólo ha jugado 4 partidos, con 228 minutos contando los dos de ayer), Quiles (8 partidos, siendo sustituido en los 8, con 329 minutos), Chuli (9 partidos, sólo una vez titular, y 307 minutos) o Diego Jiménez (5 partidos, 300 minutos).

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