Pocas sorpresas positivas ha dejado la actual campaña, pero, sin duda, una de ellas ha sido el ecuatoriano Gustavo Quezada. El centrocampista fue una de las apuestas de Zamora y el sudamericano ha respondido a la confianza siendo uno de los indiscutibles en el once albiazul, siempre que las lesiones se lo han permitido. Tanto con Alberto Monteagudo como con Claudio Barragán ha sido un futbolista que ha gozado de continuidad.

Gustavo era una de las grandes promesas del Getafe, su primer club en España. El mediocentro comenzó a acumular minutos con el filial del combinado azulón en Segunda División B en la temporada 14/15 y, siendo aún juvenil, también disputó partidos en el siguiente año deportivo en la categoría de bronce, pero el descenso del Getafe B a Tercera le hizo bajar un peldaño en su formación, a pesar de que llegó a debutar en Segunda División con el equipo del Coliseum el año del regreso de los madrileños a Primera. Entre 2016 y 2018 Gustavo tuvo que conformarse con jugar 32 encuentros en Tercera División, por lo que decidió salir de Getafe para fichar por el Lugo y jugar en su filial, el Polvorín, donde acumuló otros 17 choques en Tercera.

Así, el Recre sondeó la posibilidad de contar con sus servicios en el pasado verano y el Lugo y el futbolista lo vieron como una buena oportunidad. Lo cierto es que Gustavo ha demostrado en Huelva ser un jugador muy válido para la categoría, destacando su tremendo despliegue físico, su capacidad de sacrificio y su buen golpeo a media y larga distancia. Su fortaleza le ha hecho indispensable en el esquema albiazul, que ha sido inconsistente en muchos tramos de la temporada, aunque su bisoñez le hace perder la posición en algunas ocasiones.

El de Guayaquil ha jugado 24 partidos en lo que va de Liga, 21 de ellos como titular, terminando 19 de ellos. A pesar de haber rozado el gol en algunos encuentros no ha logrado estrenar su casillero anotador. Los 1.928 minutos que suma le hacen ser el quinto jugador de la plantilla, por detrás únicamente de Nauzet, Diego Jiménez, Nano y Quiles. Solo las lesiones y el encuentro que se perdió por acumulación de amonestaciones (lleva 9 amarillas en total) han alejado a Gustavo del verde. A todo ello hay que sumar que el centrocampista ocupa aún plaza de sub 23, lo que añade aún más valor a su contratación y a la importancia que ha tenido en el desarrollo de lo que va de temporada.

El ecuatoriano se comprometió con el Lugo por dos temporadas en el verano de 2018, por lo que termina contrato. El Recreativo ya ha iniciado los contactos con el jugador para intentar de sellar su continuidad en Huelva en la próxima temporada, aunque el parón de la competición ha estancado todas las negociaciones.