La preparación se pone seria. A dos semanas para el estreno liguero los amistosos adquieren un cariz real, con situaciones cada vez más semejantes a las que tocará afrontar a partir del día 25 de agosto cuando delante esté el Don Benito. Para iniciar la segunda fase de la pretemporada, un clásico de cada verano en Punta Umbría y un rival de verdad, de los que esperan en el grupo IV a los albiazules, en un duelo que al final se saldó con victoria local gracias al tempranero tanto de Caye Quintana en el minuto 2.

Salvo la presencia de Ponce de inicio en el lateral diestro, perfectamente pudo ser el once que alinee Salmerón en cualquier partido del campeonato. El técnico salió con casi todo lo que tiene para probar lo que ya ha mostrado en los anteriores amistosos: solidez, consistencia y pragmatismo. La base de cualquier equipo de Segunda B.

Ante un filial que quiso tener la pelota y aplicar un fútbol en muchas ocasiones bastante más combinativo, el Decano se afianzó en su idea como bloque para apenas ceder una oportunidad a un oponente que casi no fue capaz en los primeros 45 de acercarse a Marc Martínez, salvo un error puntual de Israel Puerto en una salida de balón.

Y todo ello después de cinco minutos frenéticos de inicio. Prácticamente en la primera jugada recogió Caye Quintana un balón al espacio de Fernando Llorente para batir a Javi Díaz. Casi en la reanudación tuvo su oportunidad Curro para igualar la contienda pero Marc Martínez detuvo de forma brillante. Es la Segunda B, es lo que espera. Una ocasión para cada uno y quien la aprovecha se lleva la victoria.

Salmerón dio el toque de atención y el Recre cerró filas. La primera parte no fue vistosa, pero sí muy útil. Con un oponente que quería la pelota pudo demostrar el Decano el orden táctico y las consignas tan claras que impone su técnico. Bien plantado atrás y con una defensa muy sólida, sólo le faltó la frescura lógica de la competición tras cada robo para salir con ese dinamismo que le reclama su preparador. Ayudó mucho para que el amistoso sirviese para medir la intensidad de los dos contendientes, que decidieron probar con pólvora real.

Con la carga de trabajo propia del verano es más sencillo defender que atacar, donde la chispa es imprescindible. Lo más interesante fue la movilidad de Caye Quintana. A tener en cuenta igualmente la capacidad para generar peligro a balón parado de los albiazules.

La segunda mitad siguió un guión parecido mientras las fuerzas acompañaron a los dos equipos. Con los cambios que suelen realizarse en este tipo de encuentros, bajó mucho el ritmo a partir de la hora de partido. Salmerón dio minutos en ese tramo del choque a Vila y Natalio, quienes saben que sus opciones de seguir en el club son escasas. También tuvieron su oportunidad algunos canteranos, aunque con el paso de los amistosos van cediendo cada vez más protagonismo.

Los dos equipos se abrieron en el tramo final. El partido se hizo mucho más largo, con dos rivales estirados que permitieron espacios que no habían surgido hasta ese momento. La aparición de huecos y la pérdida del rigor en la marca vinieron acompañadas del agotamiento general. El lepero Luci, técnico del conjunto visitante, dio entrada a jugadores con talento para terminar el choque en campo contrario, sin que fuese capaz de romper la solidez que marca el camino del Decano.