El Recreativo de Huelva cumple hoy, 13 de junio, 22 años desde su único ascenso a Segunda División A desde la Segunda B. En la temporada 1997-98 el Decano, con Diego de la Villa como presidente y Joaquín Caparrós en el banquillo, ponía fin a un ciclo de ocho temporadas en la categoría de bronce del fútbol español.

La plantilla la integraban César Quesada, Dani Soria, Rodolfo Garrido, Joaquín Bornes, Luci, Jesús Sánchez, José, Alberto Monteagudo, Rafa Navarro, Pedro Jaén, Alfonso Espejo, Santisteban, Luis Fernández, Pepe Puntas, Queco, Cuyami, Juan Manuel, Juanma I, Juanma II, Pedraza, Raúl Castiñeira, Vicente Pastor, Juanma Pavón, Bruno y Pablo.

El conjunto albiazul acabó la Liga en segunda posición con 67 puntos tras los 73 del Málaga; el Decano sumó 18 victorias, 13 empates y 7 derrotas, con 39 goles a favor y sólo 22 en contra, siendo el menos goleado. Por detrás quedaron equipos de la talla del Cádiz, Granada, Melilla, Córdoba, Almería, Murcia o el Isla Cristina, que quedó 9º.

En la promoción a Segunda, comenzó ganando en tierras gallegas al Deportivo de La Coruña B con un gol de Pedro Jaén (0-1), derrotó en Huelva al Espanyol B por 2-1 con tantos de Jesús Sánchez (penalti) y Pedro Jaén; volvió a superar al filial espanyolista, ahora en Sabadell por 0-1 gracias de nuevo a Pedro Jaén; y el 13 de junio del 98 volvió a la categoría de plata tras vencer en un abarrotado estadio Colombino al Dépor B por la mínima con un tanto de Cuyami y beneficiarse al mismo tiempo del tropiezo del Barakaldo ante el Espanyol B. Ya con el ascenso en el bolsillo, cayó con el Barakaldo en Huelva (0-1) y venció en tierras vascas por 1-2 con las dianas de Raúl y José.

Miles de onubenses celebraron este éxito en la fuente de la avenida de Andalucía.

Fue el comienzo de una época gloriosa para el club, que estuvo 17 años sin volver a la Segunda B, jugando cuatro de ellos en Primera División. En la 2014-15 se consumó el descenso ‘a los infiernos’ y desde entonces el Recre lleva cinco años intentando regresar a la categoría de plata.

Ese 13 de junio miles de aficionados tomaron las calles de Huelva para celebrar el ascenso, teniendo su colofón en la fuente de la Avenida de Andalucía, completamente abarrotada de aficionados con los colores azul y blanco.

El proyecto no partía como uno de los principales favoritos al ascenso, pero se dieron todos los condicionantes que llevan al éxito. Joaquín Caparrós, un desconocido que llegaba procedente del Moralo, le dio identidad a la plantilla, marcada por su juventud y el ‘hambre’ de conseguir grandes logros. Rozó el ascenso la temporada anterior y perdió el pulso con el Numancia. Únicamente Raúl Castiñeira (29), Manolo Pedraza (30), Santisteban (30) y César Quesada (28) superaban los 27 años.

El pichichi del equipo en la Liga fue Espejo con 7 dianas, seguido de Cuyami con 5. Pedro Jaén anotó tres, los mismos que en la fase de ascenso, siendo clave con sus goles de oro. El equipo se basaba en una gran defensa y el trabajo en bloque, siendo muy complicado de superar. Un fútbol que sigue vigente hoy en día.