El 65,8% del presupuesto previsto se ha invertido ya en las obras de construcción de la variante Beas-Trigueros, según ha informado el Gobierno en respuesta a una pregunta formulada en el Congreso de los Diputados por los parlamentarios socialistas José Juan Díaz Trillo y Josefa González Bayo.

En concreto, hasta el pasado año se han invertido 29,7 millones de euros en las obras, más 657.921 euros en control y vigilancia, lo que arroja un total de 30,3 millones de euros. Desde que comenzaron los trabajos de construcción, en 2015 se destinaron 1,2 millones de euros; en 2016, 16,6 millones; y en 2017, 29,7 millones.

Según las previsiones, las obras de la variante Beas-Trigueros estarán finalizadas en noviembre de 2018, lo que supone un demora de un año, si se tiene en cuenta el anuncio realizado por la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, que fijó finales de 2017 como fecha de finalización de las mismas.

Los trabajos han sufrido continuos retrasos y ralentización y tras su adjudicación en noviembre de 2011 se quedaron en un cajón a la espera de que se contara con disponibilidad presupuestaria.

Unas demoras a pesar de que los distintos gobiernos y administraciones han manifestado en reiteradas ocasiones que esta infraestructura es "imprescindible" para la provincia y que la vía es crucial para mejorar la conexión y vertebración de la provincia de norte a sur, para el transporte de mercancías y para el turismo.

Finalmente las obras se adjudicaron en noviembre de 2013, mientras que el acta de comprobación de replanteo se firmó el 3 de abril de 2014. Fomentó inició los trabajos en mayo de 2015. La inversión total prevista en para esta actuación es de 46 millones de euros. También, hay prevista una inversión de 1,3 millones en la N-435 para la construcción de la rotonda en el término municipal de Valverde del Camino.

La circunvalación forma parte del desdoble de la N-435. La idea es convertirla en una gran vía de capacidad, de unión de Huelva con Badajoz y arteria principal de comunicación con Extremadura y la Sierra de Aracena con el sur de la provincia. La variante tiene una longitud de unos 16,7 kilómetros y su puesta en marcha permitirá dar mayor fluidez al elevado tráfico que soporta este tramo de la N-435, así como mejorar la seguridad vial en los dos municipios. Las obras se comenten entre el punto kilométrico 205,5 y el 218,8 de la carretera nacional, lo que supone una longitud de 16,7 kilómetros.

Se trata de una carreta convencional de una calzada de dos carriles de 3,5 metros cada uno, dos arcenes de 1,75 metros y dos bermas (exteriores) de 1,00 metro. Cuenta con 39 obras de drenaje transversal de distintas tipologías y 25 estructuras.

Además, se han definido tres enlaces con las denominaciones de Beas Norte, Beas Sur-Trigueros Norte y Trigueros Sur, con la misma tipología: dos glorietas a distinto nivel y un paso superior sobre la nueva carretera. En materia de elementos ambientales, se ha procedido a una adaptación del Estudio Ambiental con arreglo a la nueva legislación en la materia, incorporando una nueva Declaración de Impacto Ambiental.

Como medias de integración ambiental de la obra destaca la reposición de las vías pecuarias, como es el caso de la colada del Camino Real de Beas, el cordel de Portugal, la vereda del Carril de los Coches y el cordel de Trigueros. También está prevista la revegetación de los taludes de terraplenes y desmontes, la instalación de pantallas contra el ruido en las zonas más cercanas a la población.

El desdoble de la N-435 y la variante Beas-Trigueros es una actuación muy demandada desde hace años, ya que por esta vía llegan a circular hasta 20.000 vehículo a diario.

Las travesías de Beas y Trigueros, junto con la Zalamea la Real son las únicas que quedan en el itinerario de la carretera nacional, ya que hace año se suprimió la de Valverde del Camino, antes de llegar a la Sierra, donde está la de Aguafría.