La 34 edición de la Semana Santa Chica de Aracena se celebró un año más con éxito de participación, una decena de hermandades y el acompañamiento del tiempo.

La cita, que se desarrolló en la tarde de ayer, estuvo organizada por la recién creada Asociación sociocultural de costaleros y capataces de Aracena, que cuenta con un grupo de cofrades que colaboran sin ánimo de lucro por mantener esta bonita tradición cebollera, junto a la colaboración de otras personas y hermandades además de los jóvenes.

La Semana Santa Chica de Aracena volvió a celebrarse en la céntrica y concurrida plaza del Marqués de Aracena, el conocido Paseo o la plaza del Pilar. No obstante, muchos recuerdan con añoranza la plaza de Santa Catalina como lugar de celebración de esta bonita y singular tradición.

Desde el año 2011 se celebra esta cita, con acierto, en la tarde del sábado en lugar de en la mañana del domingo, como había sido siempre. Este hecho provoca la presencia de un mayor número de personas, lo que agradecen también las empresas del sector de restauración.

Las hermandades, procedentes de diferentes barrios y calles de Aracena, fueron las protagonistas. Además, cada año los pequeños sorprenden en los exornos, la ornamentación particular, los detalles y otros elementos dignos de reseñar.

La imaginación aflora, los sentimientos se palpan y la devoción y fe se transmite al resto, algo que se enseña desde la infancia y que pasa a través de las generaciones.

Curiosamente, en este 2018 se cumple la edición número 34 de la Semana Santa Chica, pero el cartel anunciador muestra en las últimas ediciones estampas de hace varias décadas, lo que demuestra que la tradición cebollera y la pasión cofrade del pueblo de Aracena por la Semana Santa Chica es muy antigua. De hecho, la Semana Santa, celebrada hace dos semanas, es la principal fiesta de la localidad.

Las calles se llenaron de jóvenes, cada uno en su papel, con sus mejores galas y, como no, los nervios a flor de piel. También de padres, familiares y conocidos que disfrutaron de una gran fiesta y pusieron todo de su parte para que la Semana Santa Chica permanezca y siga siendo todo un éxito.

En el paseo se dieron cita muchos cofrades, miembros de hermandades locales, curiosos y numerosos visitantes; sorprendidos éstos con lo que estaban contemplando. Una vez más, estaban representadas la mayoría de hermandades de Aracena, destacando varias del Cristo de la Plaza y de la Vera Cruz.

El jurado, cada miembro elegido por las hermandades participantes, volvió a estar representado por jóvenes que hasta no hace muchos años formaban parte de la Semana Santa Chica. Incluso algunos ya están muy vinculados a las juntas de gobierno y hermandades de penitencia de Aracena.

Tras la finalización de la Semana Santa Chica, ya entrada un poco la noche, tuvo lugar la entrega de premios para las hermandades más destacadas y distinciones a todas ellas. Cada año se hacen menciones especiales al mejor capataz, cuadrilla de costaleros, exorno floral, entrada a carrera oficial, entre otros, y los esperados mejores tres premios.