cuenca minera

Un trabajador pierde una pierna en un accidente en la mina de Riotinto

  • La estructura metálica cae encima de la víctima cuando operaba en ella

  • Los empleados de Atalaya Mining exigen un servicio médico permanente y un plan de emergencia y evacuación

Concentración de trabajadores ayer en Atalaya Mining por el accidente que sufrió uno de ellos.

Concentración de trabajadores ayer en Atalaya Mining por el accidente que sufrió uno de ellos. / J. A. Hipólito

Alrededor de una treintena de trabajadores de Atalaya Mining, liderados por los miembros del comité de empresa de la compañía minera que gestiona la histórica explotación de Riotinto, se concentraron ayer en la puerta de entrada para exigir un servicio médico las 24 horas del día, los 365 días del año, además de un Plan de Emergencia y Evacuación. En la actualidad solo disponen de este servicio de 8:00 a 17:00.

El detonante de esta concentración fue el accidente laboral registrado en la empresa el pasado martes. A un trabajador de AHG, Transportes Gaviduque S.L., subcontrata de Irenzo, le tuvieron que amputar la pierna izquierda por debajo de la rodilla después de que se le cayera encima la estructura metálica en la que operaba. El trabajador accidentado permanece ingresado en el Hospital Comarcal de Riotinto estable y fuera de peligro.

El comité de empresa denuncia que las incidencias se suceden en las últimas fechas

Según los trabajadores concentrados, todo fue un cúmulo de despropósitos que podrían haberse evitado de disponer la empresa de un Plan de Emergencia y Evacuación. "De nada sirvió la primera atención que realizaron los servicios médicos de la empresa. Tuvieron que llamar al 112 para coordinar la evacuación del compañero. El helicóptero no sabía dónde posarse para recogerlo. Finalmente lo tuvieron que evacuar en una ambulancia que tardó en llegar 45 minutos porque se vio obligado a dar un rodeo, en vez abrirle otro acceso más cercano por el que podría haber llegado en 10 minutos", relatan.

Para el presidente del comité de empresa, Marcos Sierra, la situación es insostenible. "Hoy mismo hemos tenido otro accidente en el que un compañero iba con los dedos de una mano prácticamente colgando porque se la ha cogido con una puerta metálica. El otro día estalló una cisterna de cal que no cogió a nadie por medio de milagro. Solo resultó herido el camionero, al que le salvó que estaba delante de la cabina en el momento de la explosión. Esto no puede seguir así. No queremos más desgracias", se lamenta indignado.

Según Sierra, la empresa dispone de un plan de seguridad "muy ajustado" a la ley que la mayoría de los trabajadores desconocen. "Cuando entramos el primer día nos pusieron un vídeo de seguridad y hasta ahora. No sabemos cómo actuar en casos de emergencia, ni dónde acudir. En el caso de que una cinta salga ardiendo no sabemos ni por dónde salir a correr. El día de la explosión de cal, fuimos nosotros quienes evacuamos la planta sin que nadie nos diera ninguna orden", comenta incrédulo.

El delegado de prevención, Antonio Gálvez, también miembro del comité de empresa por la sección sindical USO, asegura que después de cuatro años que lleva en la empresa no ve ningún avance en materia de seguridad. "Yo creía que esto iba a evolucionar para mejor, pero para los trabajadores deja mucho que desear. Nosotros conseguimos arrancar esta empresa y merecemos otra cosa. Esto se puede mejorar, pero la empresa tiene que poner de su parte", comenta con cierta frustración.

Otro miembro del comité de empresa, Luis Miguel Gómez, de UGT, denuncia que la compañía no quiere negociar un convenio propio con los trabajadores porque solo le interesa coger lo que más le conviene de otros. "Nos estamos rigiendo por el convenio del metal cuando una empresa de estas características, que ya dispone en plantilla de 370 empleados y otra cifra similar de subcontratados, puede negociar su propio convenio laboral con los trabajadores. Este accidente podría haberse evitado. La empresa necesita invertir en más seguridad por el bien y la tranquilidad de sus trabajadores", se queja amargamente.

La inmensa mayoría de los trabajadores concentrados a las puertas de Atalaya Mining creen que accidentes como los que se registran últimamente en la mina, "un día sí y otro también", podrían evitarse o, al menos, mitigar sus efectos con una asistencia médica las 24 horas del día los 365 días del año y un Plan de Emergencia y Evacuación del que, según los trabajadores, la empresa no dispone.

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