Los sanitarios de Isla Cristina exigen más seguridad tras la agresión a un médico con un cuchillo

El presidente de la junta de personal denuncia que las amenazas “se han convertido en algo habitual” y reclama vigilantes en los centros

Unos 2.500 onubenses llenan de protestas las calles por una Sanidad "al límite": "Con la crisis de los cribados el sistema ya se ha desbordado"

Momento de la concentración.
Momento de la concentración. / M.G.

El personal sanitario del centro de salud de Isla Cristina se concentró este martes a las puertas del edificio para condenar la agresión sufrida el pasado domingo por un médico del servicio de urgencias, amenazado con un cuchillo por un paciente que exigía medicación. El facultativo, que logró esquivar el ataque, permanece de baja médica por el impacto psicológico sufrido, mientras que el presunto agresor se encuentra en prisión provisional sin fianza.

El presidente de la junta de personal de Atención Primaria de Huelva, José Manuel Velázquez, convocante de la concentración, fue el primero en tomar la palabra ante los medios para denunciar que la situación de los profesionales “ya es insostenible”.

Aseguró que “las agresiones se han convertido en algo habitual” y que “la amenaza verbal se ha normalizado hasta el punto de asumirse como parte del trabajo diario, algo que es absolutamente intolerable”. Velázquez lamentó que, pese a las reiteradas peticiones sindicales, “la Administración sigue sin actuar con la contundencia necesaria”.

“El personal está amedrentado, hay bajas, denuncias y cada vez más miedo a venir a trabajar. No podemos permitir que un médico o una enfermera se sientan desprotegidos en su propio centro de salud”, subrayó.

El representante sindical explicó que los profesionales vienen reclamando desde hace meses la incorporación de vigilantes de seguridad en los centros con más incidencia de agresiones, como Isla Cristina, Lepe o Almonte, pero “la reunión pendiente con la Delegación de Salud para abordar este tema lleva más de ocho meses sin celebrarse”.

“Nos dicen que es un problema de presupuesto, pero hablamos de proteger vidas y garantizar la atención sanitaria en condiciones de seguridad. Lo que no puede ser es que el personal venga a trabajar con miedo y que las amenazas o los insultos se consideren normales”, insistió.

Velázquez añadió que el celador que intervino en el suceso “ha necesitado apoyo psicológico” y que el médico afectado “está de baja por el impacto psicológico sufrido, algo completamente comprensible después de una experiencia tan violenta”.

La delegada territorial de Salud en Huelva, Manuela Caro, que también ha participado en la concentración junto con el gerente del Distrito Sanitario Huelva-Costa, Condado y Campiña, Antonio Ortega, expresó su “condena absoluta” por la agresión y su “total apoyo al profesional afectado”.

La delegada subrayó que los sanitarios “son autoridad en el ejercicio de su labor” y recordó que “ni las agresiones físicas ni las verbales pueden tener cabida en los centros de salud”. Agradeció además la rápida actuación del juzgado de Ayamonte y de los servicios jurídicos, que en pocas horas decretaron la prisión provisional del detenido, y consideró que esta respuesta “es la contundencia que la sociedad espera de la Justicia”.

También apeló a la responsabilidad política y social para “rebajar la acritud en los debates públicos, porque cuando la crispación se traslada a la calle, los primeros en sufrirlo son los profesionales sanitarios”.

Por su parte, el gerente del Distrito Sanitario, Antonio Ortega, destacó que “la violencia contra los profesionales no es exclusiva de Isla Cristina”, sino que “por desgracia se repite en distintos puntos de la provincia cada año”. Explicó que la seguridad en los centros de salud “es un problema multifactorial” y que “la solución no pasa únicamente por la presencia de vigilantes”.

“Hay centros, como el de Lepe, donde ya hay seguridad privada y, aun así, se han producido incidentes. El verdadero reto es recuperar la confianza entre la ciudadanía y los profesionales, y frenar el clima de desconfianza que se ha instalado”, señaló. Ortega advirtió además de que “no se puede hacer política con la sanidad” y pidió “un debate sereno que ayude a reforzar el respeto y la empatía hacia quienes están al frente del sistema público”.

El presunto agresor, M.A.P.R., fue detenido el domingo en el propio centro de salud tras amenazar con “esperar fuera” al médico que se negó a recetarle tranquilizantes. Según el auto judicial, intentó abalanzarse sobre el facultativo con un cuchillo de mango rojo, aunque este consiguió mantener la distancia y evitar el ataque. El Tribunal de Instancia de Ayamonte ha fijado el juicio rápido para el próximo 12 de noviembre.

El Colegio de Médicos de Huelva ha reiterado su apoyo jurídico al profesional y recuerda que las agresiones a sanitarios están tipificadas como atentado a la autoridad, con penas que pueden superar los cinco años de prisión.

La concentración, en la que participaron médicos, enfermeros y personal administrativo del centro, se desarrolló en silencio, con rostros serios y visibles muestras de indignación. “Nadie debería acudir a su trabajo con miedo”, resumía una enfermera al término del acto, en una jornada marcada por la solidaridad y la exigencia de medidas reales de protección.

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