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El riesgo de trasmisión del virus del Nilo continúa bajo en Huelva

  • El proyecto de control de mosquitos de la Diputación Provincial insiste en que la posibilidad de contagio existe potencialmente, ya que la capacidad vectorial depende de varios factores externos

Ensayo de un tratamiento larvicida lanzado con un dron.

Ensayo de un tratamiento larvicida lanzado con un dron. / H.I.

Se acerca el verano. Con las subidas de temperaturas y los ambientes más húmedos llegan los temidos y, porque no, también odiados, mosquitos.

Aunque ésta es el época de mayor proliferación, desde el servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva trabajan durante todo el año en su proyecto para controlar a estos insectos.

Además de las molestias que los mosquitos suponen para los residentes y turistas que cada año llegan a las principales localidades costeras y a la capital, desde el año pasado hay que sumar el temor que ocasionó la aparición del virus del Nilo Occidental en algunos de los mosquitos que sobrevuelan municipios de la vecina Sevilla.

En este sentido, desde la Diputación continúan lanzando un mensaje tranquilizador, ya que la incidencia de las especies potencialmente vectoras de esta enfermedad es relativamente baja, o muy baja, en el contexto biográfico en el que se sitúa la provincia de Huelva.

Concretamente, la especie culex pipiens representa un 5% de las capturas registradas en el conjunto de estaciones de muestreo del servicio de Control de Plagas. La otra especie potencialmente vectora, culex perexiguus, alcanza un 3% de abundancia relativa respecto al conjunto de taxones presentes en el ámbito geográfico onubense.

A pesar de estos porcentajes, el responsable del servicio pone el foco en el matiz de la palabra “potencial”, pues la capacidad vectorial de los mosquitos depende de varios factores externos como son la intensidad con la que circule el virus del Nilo Occidental en el territorio, los factores ambientales que promueven la cría de las especies de mosquitos con capacidad vectorial, la distribución estacional y geográfica de las mismas, así como el grado de contacto entre los mosquitos y las personas.

A este respecto, el mensaje que lanza la institución provincial es que “obviamente la posibilidad de contagio existe, y es precisamente esa circunstancia, junto con otras, la que justifica la existencia de nuestro servicio de Control de Plagas y que su ámbito de actuación se encuadre dentro de la salud pública, en tanto que afecta al control de insectos con incidencia sanitaria”.

Una trabajadora del proyecto realiza un muestreo de larvas en la marisma. Una trabajadora del proyecto realiza un muestreo de larvas en la marisma.

Una trabajadora del proyecto realiza un muestreo de larvas en la marisma. / H.I.

Con todos estos datos, hay que destacar que durante este año 2021 los 59 profesionales que integran el servicio van a prestar especial atención al seguimiento y control de los focos de cría de estas especies de mosquitos potencialmente vectoras del virus del Nilo Occidental, ya sea en medios acuáticos periurbanos: canales de riego, cauces estacionales de agua, puntos de vertido de aguas residuales, vertederos incontrolados de residuos sólidos, o en zonas de marismas limítrofes con cultivos en regadío; como también en los focos de produccción de mosquitos localizados en medios urbanos: husillos, imbornales, o en solares abandonados en el interior de las ciudades.

Aún así, en este ámbito la certidumbre no existe y el bagaje y experiencia del servicio no garantizan que los mosquitos y los virus no lleguen a Huelva, lo que sí que logran es que no haya que ir improvisando si surge el brote, ni contratando por la vía de urgencia la mano de obra experta.

Y es que el Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva presta sus servicios desde la década de los años 80, cuando la necesidad de reducir las plagas de mosquitos propició la constitución de este departamento.

Con más de 30 años de experiencia, su nivel de especialización lo convierte en una de las entidades más reconocidas dentro y fuera de España. Tal y como informan desde la Diputación, el marco de actuación del servicio pretende superar el concepto de control de mosquitos como mera aplicación de insecticidas, por otro mucho más amplio que incluye la integración de distintos métodos de lucha, la ejecución de medidas preventivas y el fomento de actividades divulgativas y de concienciación ciudadana.

Con estas premisas, la entidad regida por Mª Eugenia Limón destinó el pasado año al proyecto 2.557.914 euros y la mano de obra de 59 personas. Este montante se destinó a actuar en una superficie de 193.900 ha, repartidas por los municipios miembros de este proyecto: Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Gibraleón, Punta Umbría, Aljaraque, Palos de la Frontera, Moguer, San Juan del Puerto, Almonte y la propia capital.

A lo largo de todo el año, el Servicio de Control de Plagas diseña, organiza, y evalúa la ejecución del Proyecto de Control de Mosquitos para cada anualidad, integrando tratamientos preventivos y correctores, ya sea por la realización de tratamientos con biocidas, o mediante la ejecución de obras de manejo o gestión del agua en los medios o hábitats de producción de mosquitos, especialmente en las marismas saladas: regeneración hidrológica de la red de drenaje natural y control de la vegetación marismeña el las zonas de inundación temporal.

Los usillos de las calles de la capital se integran dentro del tratamiento urbano. Los usillos de las calles de la capital se integran dentro del tratamiento urbano.

Los usillos de las calles de la capital se integran dentro del tratamiento urbano. / H.I.

En este último sentido, señalan los responsables del proyecto, conviene hacer hincapié acerca de la creciente importancia que están adquiriendo los tratamientos de control de tipo físico, a través de la restauración de cauces y zonas de inundación por mareas, como una más de las medidas de control integrado, que persigue reducir los posibles impactos derivados del uso de biocidas, potenciando los recursos de control que poseen los propios ecosistemas, en orden a controlar la expansión de las especies que pueden ser condideradas indeseables. En otras palabras: hacer más sostenible el conjunto de actividades que desarrollas el Servicio de Control de Plagas.

Para llevar a cabo esta metodología la Diputación Provincial cuenta con la última tecnología. Durante todo el año se llevan a cabo diversas pruebas y ensayos de campo que les permiten estar a la vanguardia respecto a las técnicas o metodologías de aplicación, y al aseguramiento de la calidad de los tratamientos de control desde la perspectiva medioambiental y de protección de la salud de las personas.

Por ello, una de las herramientas que han incorporado son los drones. Desde el año 2019 se utilizan estos aparatos para la realización de tratamientos larvicidas, o la toma de imágenes para el seguimiento de los trabajos de campo y la elaboración de cartografía ecológica. En cualquier caso, desde la Diputación señalan que la puesta a punto de las técnicas de aplicación de este tipo de recursos tecnológicos requiere un gran esfuerzo de desarrollo, dados las condicionantes técnicos de estos equipos como son la capacidad de vuelo limitada, carga útil reducida, autonomía de las baterías, etc.

Con todos esto, lo único que queda es desear que se cumplan el objetivo con el que nace este Servicio y que no es otro que la reducción de las poblaciones de plagas de mosquitos a umbrales compatibles con las necesidades sanitarias, ambientales y económicas del entorno.

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