Más de una veintena de empresas están interesadas en la ejecución del proyecto de regadíos de la Comunidad de Regantes Andévalo Fronterizo (CRAF). La junta de gobierno va a ratificar el pliego de condiciones técnicas y administrativas que incluyen sacar a concurso la obra este mismo mes y en diciembre estará adjudicada la obra. Todo para que el proyecto de construcción comience a primeros de año, en concreto en enero, y los comuneros puedan contar cuanto antes con agua para sus cultivos.

La comunidad que preside Juan Antonio Millán ha cumplido todos los trámites previos para sacar adelante un proyecto que pretende poner en regadío un total de 6.500 hectáreas, de forma que cuenta con los avales bancarios para hacer frente a los 28 millones de euros que cuesta el plan de regadíos y también la subvención de 12,4 millones de euros concedida por la Junta de Andalucía. Estas ayudas tienen como finalidad apoyar las inversiones para proyectos de modernización y puesta en marcha de regadíos.

28Millones. Es la inversión para la puesta en marcha de los riegos. 12 millones los subvenciona la Junta

Los 16 millones restantes serán financiados por los comuneros, empresas dedicadas a la producción y exportación agroalimentaria y con parcelas agrícolas aptas ambientalmente para su transformación en regadíos para una superficie inicial de 5.500 hectáreas.

El plazo de ejecución del proyecto es de dieciocho meses, por lo que si todo transcurre según lo previsto estaría terminado en junio de 2020.

Inicialmente, en una primera fase se pondrán en regadío 5.500 hectáreas y luego alcanzarían las 6.500 de diversos tipos de cultivos. El proyecto incluye dos subsectores de riego, uno con 5.849 hectáreas en Puebla de Guzmán, Tharsis, El Almendro y Villanueva de los Castillejos, y un presupuesto de unos 25 millones de euros; y otro con 717 hectáreas en Paymogo, con un montante de 3 millones de euros.

El plan de riego de Andévalo Fronterizo cumple las condiciones requeridas en el marco del Plan de Desarrollo Rural 2015-21 que sigue las nuevas directrices de la Unión Europea para aplicar a las obras de regadíos, consolidación y nuevos regadíos, concediendo ayudas a proyectos cofinanciados con Fondos Europeos.

Asimismo, cuenta con la concesión de agua inicial y con los permisos de servidumbre de paso de las conducciones comunes que discurren siempre por terrenos de comuneros a los que se proporcionará agua en la parcela y se colocará un contador para medir el consumo.

Los regantes de la comunidad están muy esperanzados con el proyecto por las perspectivas económicas que éste supone para la comarca.

El Andévalo y las comarcas aledañas están siendo además las elegidas por diversas cooperativas y empresas para realizar nuevas inversiones agrícolas y se han convertido en zonas en clara expansión, en las que los cítricos se sitúan como un sector predominante.

El desarrollo de cultivos es tal que la Comunidad de Regantes Andévalo Minero (CRAM) prevé la puesta en marcha de 2.800 hectáreas de regadío, por un montante de 12,5 millones de euros. El proyecto incluye parte de los términos de Calañas, El Cerro de Andévalo y Villanueva de las Cruces. Las dos comunidades prevén 9.300 hectáreas de riego con una inversión de algo más de 41,7 millones.

Las obras para la construcción e instalación de la red de conducciones y tuberías para distribuir el agua desde la presa del Andévalo a las 7.300 hectáreas de terreno que está previsto transformar inicialmente en regadío en el marco de las comunidades de regantes del Andévalo Fronterizo y el Andévalo Minero comenzarán este año, y está prevista su conclusión para 2020.

El número total de hectáreas de regadío supera las 46.000 entre todas las comunidades de regantes de la provincia onubense, que cuentan inicialmente con un volumen de recursos de 153 hectómetros cúbicos de agua.