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Los daños provocados por las lluvias obligan a cerrar la mina de Aguablanca

  • Río Narcea Gold Mines tendrá que elaborar un estudio de seguridad · Las balsas amenazan a las cuencas de abastecimiento de Sevilla y Huelva · UGT confirma la salida temporal de 200 trabajadores

Hace justo un año, el 1 de enero de 2010, echó el cerrojo la mina de hierro de Cala después de un siglo de producción. Los últimos mineros de una plantilla de 250 cogieron el petate y se incorporaron al expediente de extinción de empleo negociado con la Sociedad Estatal de Promociones Industriales (SEPI), la propietaria de Prerreducidos Integrados del Suroeste de España. Gran parte de aquella plantilla descolocada se refugió laboralmente hablando en el tajo de la vecina mina de níquel de Aguablanca, una veta situada a caballo entre las provincias de Huelva (Cala, Arroyomolinos de León y Santa Olalla), Badajoz (Monesterio) y Sevilla (Real de la Jara).

Pero el año 2011 entra con otro varapalo a la empresa minera de Huelva. Cerca de un centenar de trabajadores de la contrata Río Narcea, que se encarga de la extracción del mineral de la mina Aguablanca de Monesterio, se han visto afectados por el cierre temporal de la misma, debido a que el contrato entre ambas empresas ha concluido y además no es posible su renovación, ya que la mina (propiedad del grupo norteamericano y canadiense Gold Mines) se ha visto dañada por las intensas lluvias y debe permanecer cerrada hasta su reparación.

El secretario de la FIA-UGT de Huelva, Luciano Gómez, confirmó la noticia el pasado día de Año Nuevo y concretó a Europa Press que se han unido estos dos factores laborales y meteorológicos.

La mina está en el punto de mira de las autoridades medioambientales. El movimiento ecologista auguró hace seis meses su "cierre cada vez más cercano" y denunció las supuestas actividades ilegales que allí se desarrollaban al tiempo que consideraban Aguablanca como una "bomba de relojería que amenazaba un bien tan escaso como las reservas de agua", en este caso de las provincias de Huelva y Sevilla y sus pantanos y canales de regulación de cabecera.

Por un lado están los daños en los accesos a la zona de explotación por las intensas precipitaciones y por otro el fin del acuerdo entre la mina y la contrata, la cual emplea a unos 200 trabajadores, casi la mitad procedentes del entorno de la provincia de Huelva, en concreto de las localidades de Cala, Arroyomolinos de León o Cañaveral.

Ante los daños ocasionados por el temporal, Gómez aseguró que es preciso la elaboración de un estudio de seguridad minera, y la reparación de los daños. "Si no hubiera habido estos daños, la actividad podría continuar", matizó Gómez. El secretario general de la FIA-UGT subrayó que la salida de los trabajadores "no será de golpe" debido a que aún serían necesarias, por ejemplo, llevar a cabo tareas de prevención en la mina.

Gómez señaló que la contrata y la mina se encuentran en un periodo de negociaciones y la mina estudia la posibilidad de realizar de forma directa la explotación de la misma, aunque para ello "podría contar con los empleados que forman parte de la contrata", a los cuales el pasado viernes se les extinguió su contrato con Río Narcea. A esta empresa y al Grupo Alfonso Gallardo las relacionó UGT con el reflotamiento de la mina de Cala y ahora resulta que están las dos cerradas.

Río Narcea es el principal productor de oro de toda Europa gracias a la actividad de la explotación de El Vallés. En Aguablanca, los principales minerales obtenidos son níquel y cobre. A diario, 5.000 toneladas de minerales de granulometría 0-150 son procesados. Anualmente, unas 9.000 toneladas de níquel metal son comercializadas desde esta mina extremeña y andaluza.

El níquel cerró 2010 con una cotización de 23.850 dólares la tonelada por los 9.390 del cobre. Unas cifras que contrastan con la realidad de las minas de Huelva, todas cerradas excepto la de Aguas Teñidas, en Valdelamusa (Almonaster).

La explotación minera de Aguablanca ancla sus inicios en 1983 como la reserva provisional de La Monaguera, con una importante reserva de hierro, cobre, oro y plata. Cinco años más tarde pasa a ser un consorcio entre el Estado español (Presur) y la empresa Río Tinto Minera S.A. y en el año 92 se investigan las reservas de plomo, zinc, wolframio, bismuto, platino, molibdeno, cromo, níquel y cobre, según la información aportada por la compañía minera. En 1993, a raíz de una campaña de 101 sondeos donde se perforaron 31.500 metros lineales se descubrió la riqueza de la zona.

La importancia del hallazgo llegó a enfrentar a las comunidades de Andalucía y Extremadura y obligó a los entonces presidentes, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Manuel Chaves, ambos del PSOE, a celebrar una 'cumbre' y sellar la paz con el reparto del empleo generado.

En 2001, Aguablanca es adquirida por Río Narcea, que realiza una nueva campaña de sondeos, perforando hasta 20.500 metros. Dos años después, con el estudio de viabilidad terminado y el informe de impacto ambiental resuelto de forma favorable tras ser concedido por el Ministerio de Medio Ambiente, comenzó la explotación por la empresa Río Narcea. En 2004 se puso en marcha la planta de tratamiento de la mina, que ha modificado el paisaje de la Sierra de Santa Bárbara no sin afrontar una agria polémica medioambiental basada en acusaciones sobre la contaminación de embalses y acuíferos del Parque Natural Sierra de Aracena y la Sierra Norte de Sevilla.

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