ROCÍO RUIZ, CONSEJERA DE IGUALDAD

“Es inmoral politizar algo tan grave como la violencia de género”

  • Llega al cargo tras 15 años como directora de un instituto y con ganas de impulsar su Consejería. Afirma que la polémica sobre su artículo demuestra la parta más baja de la política

Rocío Ruiz, consejera de Igualdad, en el monumento al alcalde Mora Claros.

Rocío Ruiz, consejera de Igualdad, en el monumento al alcalde Mora Claros. / Josué Correa (huelva)

–En siete meses ha pasado de dirigir un instituto a gestionar una Consejería con más de 2.000 millones de presupuesto. ¿Le da vértigo?

–Sí, pero pienso que con buena fe, ilusión, ganas de mejorar la vida a los andaluces se consigue todo. Yo lo he conseguido todo en esta vida a base de ilusión y de coraje.

–Por su perfil se la veía más en Educación que en Igualdad, ¿le sorprendió el cambio?

–No me sorprendió porque yo tengo un perfil más amplio que Javier en eso. En mi profesión he trabajado temas de igualdad, he llevado los planes de inclusión del instituto, programas europeos de coeducación. Trabajé siete años en El Torrejón, en mi instituto tratábamos con tres centros de acogida y abandono de niños y en el tema de dependencia tengo un conocimiento personal. Tengo un compromiso social claro. Siempre he hecho lo que he podido para ayudar a las personas. Yo he estado en educación por vocación y en la dirección del centro más porque eso no está pagado. En la vida se me habría ocurrido estar aquí, pero creo que cuando no buscas la cosas pero tienes una meta clara en la vida... Hice una campaña, me gustó, te encuentras con retos y los superas, eres capaz de comunicar y conectar con las personas. El partido piensa que puedo tener un papel y una utilidad en el primer gobierno de Cs y PP sin el PSOE en 40 años.

–¿Pesa esa responsabilidad de los 40 años?

–Eso son palabras muy grandes, pero en el día a día no importan. Eso queda muy bien en un discurso institucional, pero lo que importa es entrar en la Consejería igual que como entraba en mi trabajo todos los días. Es formar equipo, tratar con personas, saber coger lo mejor del capital humano, estar siempre en el presente pero con una visión de futuro. Todo ello sin olvidar la esencia, que es que estamos aquí como servicio a los andaluces. Sobre todo en mi Consejería que trata con personas en situaciones muy delicadas. Son temas tan importantes que yo no pienso en momento histórico, sino en resolver el problema de las personas.

–La oposición ha dicho que no les va a dar los 100 días de cortesía, pero a usted no le han dado ni 10 horas.

–Eso está bien, pero ya llevo más de diez horas.

–Me refiero a la polémica de su artículo sobre la Semana Santa, ¿qué opina de eso?

–Es absurdo, es política, pero no la de grandes palabras sino amarilla, baja, sin altura. Alguien que rebusca en algo tan falaz... Si hubiera robado o defraudado lo entendería porque decimos que los delincuentes tienen que estar fuera de la política. Pero es una cosa del pasado en un contexto muy específico...

–¿De verdad ya no piensa lo que escribió? ¿Su acto de contricción es decisión propia o por presión?

–Te puedo asegurar que desde arriba no me han dicho nunca nada ni para la campaña, ni para mi equipo. Tengo libertad absoluta. Insisto, era un momento personal y un contexto muy específico que me reservo porque es mi vida privada y hoy en día no lo hubiera hecho porque no pienso eso. A mi siempre me ha gustado la Semana Santa como admiradora del arte que soy, como parte de nuestro acervo cultural. Desgraciadamente, y digo desgraciadamente, no tengo fe y me gustaría porque en determinados momentos de mi vida me habría venido bien.

–¿Que opina de que Vox pida su dimisión o reprobación?

–Vox vive de titulares, de estar en los medios. Es su política y la respeto.

–¿Está preparada para ser la diana de un partido que está contra la ideología de género y una oposición que ha hecho de la igualdad uno de sus estandartes electorales?

–Sí.

–No hay miedo.

–No, porque cuando vas con la verdad... En política hay muchas situaciones difíciles y un consejero está el tiempo que esté. Pero yo quiero ser coherente con lo que pienso. En Cs hemos dicho que no vamos a dar ni un paso atrás en igualdad, la de hombres y mujeres, no soy una feminista radical como ellos piensan. Hablamos de igualdad de oportunidades, de opciones, de igualdad efectiva y real, no solamente ante la ley. No habrá paso atrás en la lucha contra la violencia de género y eso puede no gustarle a Vox pero ésa es nuestra postura y yo la voy a defender hasta el final.

–¿Qué opinión le merece la manifestación feminista a las puertas del Parlamento?

–Que era un acto político, mediatizado, una utilización del PSOE de una serie de personas. Yo tengo que decirle a todos los colectivos que vamos a estar con ellos y no van a desaparecer las ayudas. Lo que sí me parece una falta de respeto es que a un Gobierno entrante no le den ni siquiera 100 días de cortesía para evaluar sus políticas. Habla mal de la oposición y de su criterio democrático, eso en democracia no se hace. Hay que aceptar que se ha perdido; hacer una oposición útil como control del gobierno pero no de revancha.

La consejera de Igualdad, en la calle Mora Claros. La consejera de Igualdad, en la calle Mora Claros.

La consejera de Igualdad, en la calle Mora Claros. / Josué Correa (huelva)

–Los colectivos no deben temer entonces.

–No tienen nada que temer y se lo voy a demostrar en estos primeros 100 días porque vamos a ser la garantía de que no se va a dar ni un paso atrás en los derechos de las mujeres.

–La ley andaluza de Igualdad ha sido calificada de excesiva y de romper principios constitucionales.

–Eso son interpretaciones de una ley que hay que desarrollar. Se sacan puntos concretos, descontextualizados y erróneos. No se puede decir eso. El problema es la manipulación. Dice Vox que un 80% de las denuncias son falsas, eso no es cierto y ellos lo saben. Me preocupa más que haya muchas mujeres que no denuncian y después son asesinadas.

–¿Cómo van a articular la lucha contra la lacra de la violencia de género con las competencias repartidas entre dos consejerías?

–Las competencias aún no están definidas, pero en Justicia irá la parte más jurídica. Nosotros trabajaremos más en la prevención y la educación que son las claves para acabar con esta lacra. Es fundamental porque llegamos a una cifra desde 2003 de 976 mujeres asesinadas y que digan que eso no es problema social... No tenemos que centrarlo en que sean las mujeres las que luchen sino que esté la sociedad, hombres y mujeres, luchando contra los asesinatos. Esto va más allá porque hablamos de niños huérfanos, de los que padecen violencia por venganza hacia la mujer. Pero hay que dejar claro que los hombres no son nuestros enemigos, tenemos que ser aliados. No se puede politizar algo tan grave como la violencia de género, eso es inmoral. Y algunos la utilizan.

–¿En qué línea van a trabajar sin que parezca que les digan que hay algo parecido a una policía de género que controla colegios y universidades?

–Es que el enfoque de género no significa que se esté primando a la mujer sobre el hombre, eso sería hembrismo. El enfoque es darle visibilidad a las mujeres cuando estaban ocultas en todo. El problema de género es de educación en una sociedad patriarcal. Tenemos que sacar la sensibilidad de género para ver la realidad tal cual es. Eso desde la educación es más fácil porque cuando eres mayor es más difícil liberarte de ciertos estereotipos. Queremos que se trate el tema de la igualdad de la mujer desde el punto de vista la conciliación. Si hay igualdad, por ejemplo en los permisos de paternidad, se verán las cosas de otra manera desde el minuto cero, desde que nace el niño.

–¿Hay que favorecer un discurso menos virulento hacia el hombre entonces?

–Eso es lo que planteamos. No estamos de acuerdo con esos movimientos que excluyen al hombre y lo demonizan. Queremos incluir al hombre, desde una postura más moderada y de sentido común. El hombre no es nuestro enemigo, es nuestro aliado. Queremos igualdad, no que las mujeres estén por encima. Es que son conceptos que están muy manipulados desde el punto de vista político y mediático. Hablamos de igualdad no de supremacía de un sexo sobre otro.

–Aplicar el artículo 14 de la Constitución.

–Ejercer lo que se dice allí. Es educación, sensibilización, trabajar con los medios de comunicación pero sin sesgos. Queremos un pacto, no jugar con este tema. Aplicar la prevención. Al maltrato se llega después de muchos indicadores que se pueden prevenir. Vivimos en un sociedad que juzga sin conocer, nos creemos dioses y eso también es violencia, eso se transmite. La violencia no sale de la nada, se cultiva poco a poco desde pequeños.

La consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, durante su entrevista. La consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, durante su entrevista.

La consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, durante su entrevista. / Josué Correa (huelva)

–¿Qué medidas valora implementar para acabar con la brecha salarial?

–En principio debe haber mucha más supervisión desde el punto de vista de la legislación. En la función pública eso es más fácil y en la empresa privada eso se evita con leyes. Lo más importante es que la mujer pueda incorporarse al mundo laboral, sobre todo las del mundo rural. Todo esto hace que se trabaje en la igualdad, porque si no tienes independencia laboral estás subordinada. Queda mucho por hacer.

–¿Aboga por incrementar los permisos de paternidad?

–Sí, de hecho Europa lo ha aprobado. Lo vamos a traer al Parlamento. Hasta que no haya esa corresponsabilidad no avanzaremos.

–Lo que pasa es que aplicar eso en la empresa privada...

–Se darán lo pasos para avanzar. Ése es el futuro, muchos piensan que las medidas de justicia social y por la igualdad se pueden hacer de un momento a otro, pero eso no es así sobre todo en países donde estamos un poquito más atrás. Habrá que apoyar a la empresa, igual que a los autónomos. El Estado tiene que colaborar para que el hecho de ser madre no suponga acabar con la carrera laboral.

–El paro juvenil es una lacra andaluza, ¿que prevé hacer para que el Instituto Andaluz de la Juventud trabaje más en esa línea?

–Sinceramente ahí estamos estudiando la situación. No reniego de lo que se ha hecho bien, pero se puede avanzar y mejorar mucho. Lo que sí está claro es que lo primero es hacer un diagnóstico de lo que se ha hecho y escuchar. Me voy a reunir con colectivos y entidades para saber qué necesitan. Una vez hecho eso haremos una propuesta de trabajo realista y adaptada. Nadie sabe lo que nos vamos a encontrar porque el PSOE no tenía la costumbre de evaluar nada de lo que hacía.

–Este diagnóstico irá en paralelo a la famosa auditoría.

–Sí. Una se refiere más a las cuentas, saber dónde está el dinero y si no está tratar de recuperarlo. Pero también hay un diagnóstico de funciones, de cómo se han desarrollado las competencias, qué se ha hecho, cómo están distribuidas la funciones.

–¿Tan grande es el lío que se ha encontrado? ¿Le ha sorprendido?

–Me da la sensación, a mi que me gusta mucho el barroco, de que había un edificio con una fachada muy bonita y bien construida, pero cuando abrías la puerta era un edificio vacío, una casa en ruinas.

–Usted conoce bien la Ley de Dependencia, muy criticada por los retrasos que sufren los beneficiarios.

–No es la ley, es la mala gestión. Lo hemos podido comprobar estos días con expertos en la materia. Los protocolos son larguísimos y se hacen aún en papel. Una de nuestras medidas urgentes, espero que para estos 100 días, es digitalizar todo para que la valoración de la dependencia y la ayuda a domicilio sea má rápida.

–Y darle presupuesto.

–Claro, pero si la mitad del presupuesto no se ha ejecutado no sé hasta qué punto es una cuestión de dinero. Es más fácil acumular expedientes y decir que no hay dinero. Pero es que esos expedientes no se han resuelto y hablamos de unas listas de espera de 4 años en dependencia. Eso es inadmisible porque tratamos con personas en situación de vulnerabilidad total, de personas mayores a las que cuando llaman incluso han fallecido, personas discapacitadas que requieren una ayuda 24 horas, familias que son cuidadores mayores. Eso no ha sido un foco de atención.

–Pero se ha hablado mucho y se han dado grandes titulares.

–Sí, pero la gestión del día a día no se ha hecho. Otra cosa es que hará falta mucho presupuesto y eso lo he hablado ya con el presidente. Ahora, una buena gestión puede favorecer el acortamiento de esas listas de espera. ¿Los que han estado 37 años no se dieron cuenta de que se podía hacer de otra manera? Yo no voy a engañar a nadie y menos con estos colectivos . Lo voy a intentar y me he puesto ya. ¿Porque en 37 años no ha habido esa voluntad?

–La inmigración es una preocupación creciente y dentro de ella la situación de los menores. ¿Prevé crear más centros de acogida dada la saturación que viven los del Campo de Gibraltar?

–Los centros están saturados y hay un presupuesto de fondos europeos que ha llegado para mejorar la calidad de vida de estos niños. Pero hay que pensar en otros proyectos de educación, integracion social. No es sólo tenerlos en una residencia.

–¿Cree que las demás comunidades autónomas están escurriendo el bulto?

–Cierto. Habría que sentarse a negociar porque tenemos un limite. Nosotros somos la frontera sur, pero no es un problema solo nuestro.

–¿Debe implicarse más el Gobierno?

–Claro, cuando tocan elecciones van a los sitios y se hacen las fotos pero eso no arregla nada. Es un problema mundial que hay que tomarse en serio.

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