La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer el asalto que dos encapuchados han llevado a cabo a primera hora de la mañana del jueves en una vivienda adosada situada en la calle Teniente Díaz Hernández, situada en la parte nueva de El Rompido, en Cartaya, donde maniataron y amordazaron a una mujer de entre 40 y 50 años, y a su hija de 13, con el propósito de cometer un robo en dicho adosado.
Según fuentes de la Guardia Civil consultadas por Huelva Información, los hechos tuvieron lugar escasos minutos antes de las ocho de la mañana, cuando la menor se disponía a salir de la vivienda para acudir a clase, siendo entonces forzada justo en la puerta por los dos encapuchados, que la obligaron a entrar de nuevo en la casa, en cuyo interior se encontraba su madre. El marido de ésta, y padre de la menor, un conocido empresario agrícola de Cartaya, había salido poco antes, sobre las 07:40, para ir al trabajo.
Varias horas después, debido a que se activó el sistema de alarma por humo instalado en la vivienda, los vecinos sospecharon que algo raro estaba pasando y se personó en el lugar sobre las doce del mediodía la madre de la mujer y abuela de la menor, que halló a ambas amordazadas y maniatadas, y la casa totalmente revuelta, dando inmediatamente a gritos por la calle aviso a una patrulla de la Policía Local de Cartaya que en esos momentos se encontraba a escasos 100 metros de la vivienda realizando labores de regulación del tráfico por motivo de unas obras en la travesía de la carretera que une Cartaya con El Rompido.
Fuentes cercanas a la investigación han relatado a esta redacción que según el testimonio de una de las víctimas del asalto, los encapuchados portaban al menos una pistola, aunque este extremo no ha sido oficialmente confirmado, así como que ambas han requerido asistencia médica en la propia vivienda, hasta la que se desplazó una ambulancia y un equipo sanitario, con síntomas de ansiedad y nerviosismo, así como en el caso de la madre por haber sido agredida por los asaltantes con carácter leve.
Las mismas fuentes han señalado que tanto la madre como la hija fueron halladas maniatadas con esparadrapo adhesivo blanco y ancho, así como estaban amordazadas con el mismo material, al que en la zona de la boca y la nariz habían añadido gasas y algodón, no descartándose por tanto que los autores de los hechos hubiesen añadido alguna sustancia destinada a dejarlas semi inconscientes ya que presentaban síntomas de “aturdimiento”.
Además de la Policía Local, al lugar de los hechos se desplazaron inmediatamente varias patrullas de la Guardia Civil, además de efectivos de la Policía Judicial y Científica, que se han hecho cargo de la investigación.
El propietario de un comercio cercano ha ofrecido a los investigadores las grabaciones de la cámara de seguridad instalada en la puerta de su establecimiento, por su pudiese haber captado, a la hora en la que sucedieron los hechos, algún movimiento extraño en las inmediaciones, o incluso algún vehículo que pudiese resultar sospechoso.
Las fuentes de la Guardia Civil consultadas por esta redacción han señalado por otra parte que por el momento se desconoce si finalmente los dos encapuchados sustrajeron algo de la vivienda, lo cual determinará la investigación que en estos momentos mantiene abierta la Policía Judicial de la Guardia Civil.
El suceso ha causado una enorme expectación no solo entre los vecinos, sino en todo El Rompido, y en Cartaya, donde la familia es muy conocida.
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