El hombre detenido el pasado martes en Rociana del Condado por matar a un hombre disparándole en la finca de su ropiedad ha pasado esta mañana a disposición de la autoridad judicial en La Palma del Condado, como ha informado la Guardia Civil de Huelva.

El arrestado se encuentra ya compareciendo ante el juez palmerino encargado del caso, cuyas actuaciones son secretas, después de haber pasado casi dos días en los calabozos de la Comandancia de Huelva.

Un supuesto robo en el campo es la principal hipótesis con la que trabaja la Benemérita para esclarecer el homicidio. Según las primeras informaciones facilitadas por la Guardia Civil, la víctima se encontraba en el campo propiedad del presunto autor de los hechos, que al considerar que iba a robar en sus tierras le disparó. “Según las primeras investigaciones, el detenido abrió fuego pensando que estaba siendo víctima de un robo en su finca con el resultado de un varón fallecido”, señaló la Benemérita en un mensaje oficial.

El arma homicida, según señaló a Huelva Información el alcalde de la localidad, Diego Pichardo, fue “una escopeta de caza, según los pocos datos que tenemos porque hablamos de un suceso que se encuentra bajo secreto de sumario”. El presunto autor del disparo mortal fue detenido por los agentes de la Guardia Civil alrededor de las 15:30 del martes y trasladado hasta las dependencias de la capital onubense.

Pichardo explicó a este diario que la víctima tenía “unos 45 años” y aunque era natural “de Castilla-La Mancha llevaba ya al menos diez años instalado en Rociana del Condado e incluso estaba casado con una rocianera”. El detenido, por su parte, “era una persona jubilada del pueblo que debía rondar los 70 años”. El regidor rocianero señaló que “no me constan” incidentes previos entre víctima y detenido.

El suceso se produjo a las afueras del pueblo en un paraje conocido Dehesa de López o Camino de Bollullos. La escasa distancia, alrededor de un kilómetro de la localidad, hizo que rápidamente se congregasen numerosos vecinos junto a la finca, que tuvo que ser acordonada por los efectivos de la Guardia Civil desplegados en el lugar.

La noticia dejó “conmocionada” a la localidad de poco más de 7.700 habitantes, un pueblo “tranquilo en el que todo el mundo se conoce” lo que todavía provoca un mayor impacto ante sucesos de estas características. Pichardo pidió “mucha prudencia” ante los hechos y pidió “tranquilidad ante la investigación abierta porque es la Guardia Civil la que debe esclarecer todo lo que ha sucedido”.