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"Si no nos dan los permisos en un tiempo prudencial, 'bye, bye"

  • Los promotores del Proyecto Río Tinto consideran que 2008 es una fecha clave para el futuro de la explotación minera y confían en que la Junta de Andalucía dé vía libre a su plan industrial

Aristidis Anagnostaras-Adams habla claro. Este australiano de adopción pero ascendencia chipriota, consejero delegado de la empresa Emed Tartessus, y managing director de la multinacional minera Emed Mining, pretende poner en marcha la mina de Riotinto en 2008. "Hemos venido a hacer negocio, crear puestos de trabajo. No estamos aquí para perder el tiempo. Si no nos dan los permisos en un tiempo prudencial, bye, bye", explica en un inglés clarísimo que casi no necesita ni traducción.

Le llaman Harry, nombre más usado en Australia, la tierra que le vio crecer con apellido chipriota. Se licenció en Comercio y trabajó para Price Waterhouse Financial Service antes de comenzar una fulgurante carrera financiera que brilla en un largo currículum con el que se presenta en Europa.

En septiembre de 2004 creó Emed Mining con el apoyo de consejeros ejecutivos de Gimpie Gold y se constituyó en enero de 2005 con el traslado a Chipre de su sede operativa. A simple vista parece un viejo zorro de las finanzas y las operaciones bursátiles e incluye en su currículum lo que parece un síntoma de sinceridad: la gestión de una crisis debido a una combustión espontánea en una mina de carbón. Habitualmente esas cosas se obvian en estas tesituras.

Ha aprendido rápido el lenguaje de signos de la Cuenca Minera. Por eso, esta entrevista cruzada se hace el 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, patrona de los mineros, a los que sorprendió con una traca al paso de la santa, cuya festividad parece renacer al calor del intento de reabrir la mina más grande jamás contada.

No se molesta cuando tiene que hablar del sostén accionarial de su filial en España y que tantos quebraderos de cabeza le ha dado y le da.

Harry confirma que "Emed Tartessus pertenece en un 51% a Emed Mining. Una vez que obtengamos los permisos necesarios para reabrir la explotación adquiriremos el 100% de la sociedad. Si no hay permisos devolveremos ese 51% a Mantesur y 'bye, bye'. No hemos venido aquí de vacaciones sino a producir mineral".

El impulsor de Emed Mining juega con los plazos. Se trata de poner sobre la mesa mucho dinero. Por eso cree Aristidis Anagnostaras que "la primavera de 2008 es una buena fecha para empezar las investigaciones una vez que la Junta de Andalucía respalde nuestra propuesta. Sabemos que la Administración andaluza es exigente desde el punto de vista industrial y medio ambiental pero estamos seguros de la solvencia de nuestra propuesta minera".

No han tenido en cuenta desde Emed que la primavera próxima florecerá con las elecciones generales y autonómicas españolas y andaluzas pero tampoco se alarma ante este imprevisto. "No somos políticos. Estamos seguros de que el Gobierno andaluz sabrá hacer lo mejor para su tierra", dice, confiado en que a nadie le amarga un dulce y que 400 contratos son muchos empleos para una comarca castigada especialmente por esta lacra.

El consejero delegado australo-chipriota reconoce que aún no se han sentado en la misma mesa con el Gobierno andaluz para poner blanco sobre negro aunque resalta que "en estos momentos se ha discutido informalmente, pero en breve pondremos claro nuestro proyecto inversor y de explotación minera".

Sobre la rentabilidad y las posibilidades de la nueva unidad de negocio minero que pretende desarrollar no tiene dudas: "Lo que está comprobado hasta ahora en relación a las reservas que hay acumuladas nos hacen pensar en unos diez años de vida. Pero si se tienen en cuenta todos los trabajos realizados sobre mineralización en general se podría alargar hasta los treinta años. En este sentido está contemplado hacer una inversión en exploración por sondeos".

Otro de los soportes del denominado Proyecto Río Tinto es la fuerte inversión que necesita. Anagnostaras calcula que la aventura le costará a su compañía "unos cien millones de euros durante los próximos cuatro años". "Me gustaría añadir que estamos haciendo grandes esfuerzos para la introducción en esta comarca de nuevas actividades relacionadas con la minería. Me refiero al establecimiento de un laboratorio, un centro de investigación minera y medioambiental", apunta al traductor.

Cuando se le pregunta por la mano de obra necesaria para empezar asegura que "arrancaremos Riotinto con 200 trabajadores y se doblaría esa cantidad en los próximos dos años".

Para disipar las dudas sobre el ambicioso negocio minero que propone, el managing director insiste en que "tenemos detrás a firmas internacionales como la australiana Oxiana y la surafricana Goldfields, además de importantes soportes de capital como RCF o RMB. Son socios de Emed Mining y también apuestan por poner en marcha esta mina".

Avanza que de momento no tienen comprometida la compra de mineral como en el caso de Aguas Teñidas y su promotora, Iberian Minerals Corporation, aunque deja claro que "no sería problema vender el cobre al precio que cotiza en la actualidad y teniendo en cuenta la demanda de mineral existente en el mercado. Preferimos vender nuestro producto en las mejores condiciones. De todas formas, hemos avanzado conversaciones con empresas chinas para colocar el producto. Obteniendo los permisos haremos los compromisos".

Los propietarios y accionistas de la multinacional minera con sede en Chipre conocen bien la tierra que pisan y prefieren hablar del futuro de Riotinto en vez de vivir del pasado. El máximo responsable de Emed Mining confiesa que "el objetivo en una primera fase es obtener 200.000 toneladas por año de mineral. De este concentrado, el porcentaje de cobre estaría en el 22%. De lo que resultan 40.000 toneladas de cobre/metal puro. El resto sería otro tipo de complejos ".

La compañía minera ha asegurado ante la bolsa de Londres, plaza en la que cotiza, que en el mes de abril de 2008 buscará la aprobación de sus accionistas para los acuerdos financieros asociados. De hecho, todas las declaraciones de sus responsables establecen como fecha apropiada para reiniciar la explotación el último trimestre del año próximo.

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