Provincia

La comisión de padres denuncia graves deficiencias en la guardería

  • Advierten que pondrán en conocimiento de la Inspección de Trabajo y de la autoridad sanitaria la situación si la Junta no abre el nuevo centro que ha construido

Acceder a la escuela infantil Diego Franco Izquierdo, la única guardería pública con la que cuenta Hinojos, no resulta fácil si se tiene en cuenta que el desnivel desde la calle al piso del centro alcanza los 1,80 metros y que hay que salvar una rampa de 40 grados de inclinación, que no es más que un trozo de madera enmoquetada. La entrada a la escuela es la primera de la larga lista de deficiencias que denuncia la comisión de padres de la guardería, puestas en conocimiento (por escrito) a la Delegación Provincial de Educación de la Junta el pasado verano, con la advertencia expresa de iniciar un calendario de movilizaciones y de trasladar la situación del centro tanto a la Inspección de Trabajo como a las autoridades sanitarias.

El edificio que alberga a la Diego Franco Izquierdo, con más de 60 años de antigüedad, está en cartera para ser sustituido por un nuevo inmueble, para el que el Ayuntamiento cedió terrenos en 2004 y que, según la comisión de padres, está finalizado desde enero de 2009 y, desde entonces, se está a la espera de que la Administración educativa recepcione la obra. Según afirman los padres, desde el verano existe incluso un compromiso verbal de la delegada, Antonia Cascales, de que en octubre los niños estarían ya en el nuevo centro. El plazo ya ha pasado.

De las 70 solicitudes que se presentaron para el presente curso, un total de 27 (más de un tercio) se han quedado en lista de espera, a lo que añaden que se no se cumple la ratio marcada por ley, con lo que se pierden 13 plazas, y "nos hace pensar que esto es por las condiciones en las que se encuentra la vieja guardería".

Al listado de faltas de la escuela suman que desde el patio de juegos (cuya arena no se cambia hace años) se accede al cuartillo en el que se guardan las bombonas de gas que abastecen a la cocina y a los calentadores, que no cumple -afirman- con las medidas reglamentarias, entre otras, la de ventilación, además de suponer "un peligro evidente" para los niños por su ubicación.

Subrayan que el consumo de agua potable se está realizando con agua embotellada ya que las tuberías son de plomo y ,a pesar de que hace ya años que están prohibidas, no han sido sustituidas y el edificio no cuenta con un sistema moderno de climatización.

Los padres señalan también que las salas no disponen de aseo y que sólo existe uno en toda la guardería para todos los niños, al que tienen que acceder pasando por un patio interior y que, con un solo vistazo a las instalaciones, se puede comprobar que el edificio está lleno de aristas sin ninguna protección, como columnas, escalones, bordillos o puertas. "Consideramos inadmisible que se ponga en riesgo la salud de nuestros hijos", afirman, para exigir a la Junta andaluza que proceda a ala apertura del nuevo edificio.

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