Desde que irrumpió la pandemia todas las comparaciones numéricas y económicas se hacen con un tiempo anterior. Volver a lo que había. Que siempre era mejor. Con el turismo también ocurría porque la Covid-19 dejó huérfano a un sector que vive de la movilidad y que muere sin ella. Con tantas limitaciones, restricciones, pruebas, test y demás acciones a consecuencia del virus, los visitantes han dudado más que nunca a la hora de hacer una maleta y lanzarse a la aventura. El miedo al contagio y cómo proceder solo ha sido la punta de un iceberg que ahora comienza a desaparecer. 

Así parece a juzgar por algunas de las estadísticas que salen a la luz. Al menos, en algunos de los ámbitos turísticos de la provincia de Huelva. Si algunos segmentos todavía luchan por recuperar terreno a dos años negros, hay otros, como los campings que han anulado con matrícula de honor el mal sabor de boca que dejó el coronavirus. El incremento de viajeros es tal, que las pernoctaciones del primer trimestre se multiplicaron en comparación con lo contabilizado en 2019, el último año natural en el que no hubo rastro del virus en esta esquina del sur occidental.  

De manera concreta, el Instituto Nacional de Estadística, registró un total de 27.329 visitantes a campings del territorio onubense entre los meses de enero, febrero y marzo de este año; son 5.408 más que los que se sumaron en el mismo período de tiempo de 2019, que fueron 21.921. Además, las pernoctaciones no solo se incrementaron sino que estuvieron cerca de doblarse pasando de las 68.966 a las 120.236 registradas durante este inicio de 2022. 

El resumen es fácil y satisfactorio. Llegaron más turistas y se hospedaron más días. Es lo que cualquier establecimiento turístico quiere escribir en su balance. Y el crecimiento no fue solo en el cómputo del trimestre entero, si no que cada mes concreto la estancia media aumentó: en enero pasó de 2,89 días a 4,68; en febrero subió de 3,04 días a 3,83; y en marzo aumentó de 3,37 días a 5,24. Con la ocupación ocurrió prácticamente lo mismo: en enero subió 8,47 puntos; en febrero lo hizo 10,06 puntos y en marzo se incrementó 4,25 puntos. 

Por otro lado, el turismo rural también superó sus cifras de la prepandemia durante el pasado primer trimestre. Los establecimientos onubenses acogieron entre enero, febrero y marzo a un total de 7.879 visitantes, que son 317 más que en el mismo período de tiempo que en 2019; y sumaron 20.773 pernoctaciones, 4.187 más que en la prepandemia. Además, la estancia media se mantuvo por encima de los dos días en cada uno de los meses. Y la ocupación por plazas fue mejor este año en los meses de febrero y de marzo que en 2019. 

El segmento que saboreó el trozo amargo de la tarta fue el de los apartamentos turísticos. Sumaron 3.591 visitantes, que significó no recuperar ni la mitad de los 7.673 contabilizados en el primer trimestre de 2019. En las pernoctaciones, más de lo mismo. Si en 2019 se registraron 18.336 entre enero, febrero y marzo, este año la suma se quedó en 10.051. Curiosamente, la estancia media aumentó cada mes; mientras que el numero de apartamentos disponibles se desplomó un 60,61% bajando de los 1.315 establecimientos a los 518, sumando los de los tres meses.