Después de tres años de existencia, durante los que el comedor solidario de Isla Cristina ha logrado repartir una media de 300 comidas diarias, 60 de ellas destinadas a menores, durante los 365 días del año, los responsables de la asociación que lo gestiona, Manos Solidarias, han realizado un llamamiento desesperado ante el riesgo que corre la continuidad de su actividad por las dificultades económicas que actualmente atraviesa.

Dificultades económicas que el presidente de Manos Solidarias, Manuel Carrasco, achaca sobre todo a la total ausencia de ayudas públicas que la entidad recibió el pasado ejercicio, por lo que ha reclamado que "se nos tenga en cuenta este año por parte de todas las administraciones en el reparto de dichas ayudas".

Somos el único comedor social de Huelva que el año pasado no recibió ninguna ayuda pública"

En este sentido ha lamentado que "por desgracia, somos el único comedor social de la provincia que el año pasado no recibió ningún tipo de subvención", lo cual según sus palabras "se nota, y mucho, en el actual estado de nuestras arcas". Y es que según prosigue "nuestros recursos son muy escasos y se están acabando" siendo "prácticamente imposible que podamos mantener todos los gastos del comedor con la cuota de dos euros mensuales que pagan nuestros casi 300 asociados".

Según los datos facilitados por la asociación, mantener abierto el comedor supone un gasto medio aproximado de unos 1.000 euros mensuales, sobre todo para pagar suministros como electricidad, agua, butano, teléfono o combustible para los dos vehículos tipo furgoneta que requiere la entidad para la recogida de alimentos, además de los gastos que ocasiona el mantenimiento de las instalaciones y de los propios vehículos.

Un coste que no es mayor, aseguran, por estar exentos del pago del alquiler del local que ocupa el comedor al tratarse de una donación; de que todos los alimentos son suministrados gratuitamente por distintas empresas e instituciones; de que el trabajo que requiere el comedor lo realizan casi ochenta voluntarios, además de los miembros de la junta directiva de Manos Solidarias; de que continuamente organizan distintas actividades con fines solidarios y recaudatorios en la localidad; y de que todos los años reciben una ayuda de 3.000 euros de la Fundación La Caixa.

"A pesar de todo ello -incide Carrasco- seguimos necesitando aporte económico de las administraciones para seguir haciendo que ningún isleño se vaya a la cama sin haber comido". En este sentido ha querido poner de relieve que, a pesar de 300 comidas al día, también reparten diariamente, y a modo de complemento entre los usuarios, alimentos de primera necesidad como bocadillos, pan, leche, galletas y zumos "sobre todo pensando en las cenas y desayunos de los más pequeños".

Otros datos facilitados por la asociación ponen de manifiesto que las 300 comidas que reparte diariamente de media el comedor incluyen primero y segundo plato, además de postre; y que el 98% de sus usuarios son vecinos de Isla Cristina que atraviesan serias dificultades económicas.

Manos Solidarias es una organización sin ánimo de lucro, plural, independiente y y aconfesional, que tiene como principal función ayudar a las personas más desfavorecidas económica y socialmente, aquéllas que no tienen cubiertas las principales necesidades básicas.