La alcaldesa de Almonte, Rocío Espinosa, expresó ayer su preocupación por el anuncio realizado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) de declarar parte del acuífero de Doñana sobreexplotado.

Espinosa se reunió con las seis comunidades de regantes de Almonte (el municipio con mayor superficie de regadíos) cinco de ellas pertenecientes al Plan Almonte-Marismas y la otra la Comunidad del Condado, de ámbito comarcal.

La alcaldesa destacó la importancia de los regadíos para el municipio que congrega 4.800 hectáreas, de ahí la intranquilidad que ha generado en el sector el anuncio del presidente de la Confederación la pasada semana, por los efectos negativo que pudieran tener en los regadíos.

Espinosa subrayó el trabajo realizado por las comunidades de regantes y la administración que se traduce en que la mayor parte de éllas, con unas 2.400 hectáreas, tienen sus concesiones legales de agua y están dentro del Plan Almonte-Marismas.

Por su parte, la Comunidad de Regantes del Condado se encuentra en proceso de constitución dentro del Plan Especial de Regadíos de la Corona Norte de Doñana, hectáreas calificadas como regables, por lo que en opinión de la regidora “se han dado paso en los últimos años para mejorar las condiciones de las masas de agua y para ordenar el regadíos en el Condado”.

La regidora cree que hay que esperar a que las medidas adoptadas “den su fruto”

Espinosa señaló que la declaración de acuífero sobreexplotado es “la última medida a la que se debería recurrir”, teniendo en cuenta que “se están adoptando medidas a lo largo de años por mejorar la masas de aguas”.

Según la regidora, éstas no han empeorado, tras las medidas adoptadas (“algunas han ido en perjuicio de Almonte”) como la adquisición de la finca Los Mimbrales, de 800 hectáreas que han dejado de cultivarse, con un ahorro de 6,8 hectómetros cúbicos de agua que han dejado de extraerse, lo que “ha mejorado las condiciones del acuífero, por cuanto se ha reducido la superficie de regadío”.

Por lo tanto, para Espinosa si se han adoptado estas medidas lo aconsejable ahora es “en analizar en profundidad la situación y continuar con la tramitación y la ordenación del plan especial de los regadíos, que es el que permite regular los cultivos en el entorno de Doñana.

En este punto, recordó la aprobación del trasvase de 15 hectómetros cúbicos de agua de la demarcación del Tinto-Odiel-Piedras a la Guadalquivir y al Condado, que ha de proporcionar agua superficial y disminuirá las extracciones.

“Hay que dar oportunidad a las medidas adoptadas, esperar a que den sus frutos y ordenar y actuar contra los cultivos ilegales”, apuntó Espinosa que, aseguró que la declaración de sobreexplotación “es un asunto muy delicado”, ya que puede influir negativamente en la economía del municipio y la zona, y en el empleo.

De ahí que expresara su apoyo a los agricultores de la comarca que “están haciendo las cosas bien, implementando medidas de ahorro de agua en sus fincas, así como la agricultura ecológica”.

Declaración institucional

La alcaldesa anunció la convocatoria de un Pleno extraordinario en Almonte para aprobar una declaración institucional, en “base a la racionalidad, la sensatez, el respeto a Doñana y la búsqueda del equilibro, porque están en juego miles de puestos de trabajo y la economía de la zona”.

También anunció que la próxima semana, en concreto el día 20, mantendrá una reunión con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, para abordar la situación.

Será un día antes de la fecha prevista para que la junta de gobierno de este órgano declarare, por primera vez, que tres masas de agua (Rocina, Almonte y Marismas) sobreexplotadas por no alcanzan un buen estado cuantitativo.