Provincia

Volante asegura que Avema no moviliza ni a su electorado

  • El alcalde de Moguer asegura que la manifestación contra la subida de impuestos sólo causó molestias · Los vecinos retan al PP a comparar el estado de los dos pueblos

Era sólo cuestión de tiempo que las reacciones en cadena a la manifestación convocada por Avema el pasado jueves en protesta por el abandono del núcleo costero y la subida de impuestos se produjesen en tropel. El alcalde de Moguer, Juan José Volante (PP), ha roto su silencio para, a través de un denso comunicado, cuestionar el respaldo ciudadano del que se vanagloriaron sus organizadores vecinales, a la vez que defendió la subida tributaria y dijo que la protesta sólo causó molestias.

Dentro de la ya clásica guerra de cifras que acontecen en una manifestación ciudadana, el edil popular tomó como certeras las ofrecidas por la Policía Local. En base a ellas, que cifraron en un millar el respaldo popular, señaló que ello representa meramente un "dos por ciento de la población actual de Mazagón en el periodo estival", por lo que ridiculizó a Avema por no ser capaz de movilizar ni tan siquiera al grueso de sus votantes, dado que la formación política obtuvo en los últimos comicios locales 1.218 votos.

Con respecto a la subida tributaria, el alcalde defendió a capa y espada la medida por encontrarse ésta dentro de los márgenes que brinda la ley. En este sentido no se escondió en ambigüedades o maquillajes financieros para presentar datos saludables sobre la economía local, a la que calificó simple y llanamente de "grave". Sin embargo, el edil matizó que la situación es extrapolable al resto de haciendas locales, lo que obliga a la adopción de medidas de este calibre como única vía con la que mantener el status quo en lo que a la prestación de servicios se refiere.

Al respecto, Volante invitó a Avema a pronunciarse sobre si "prefiere que lleguemos a situaciones de impago de nóminas a nuestros trabajadores como ha sucedido ya en los ayuntamientos de Valverde o Cartaya". De todas formas quiso dejar constancia de que los impuestos se han mantenido estables desde el año 2000, en el que se produjo la última subida, decretada entonces por el gobierno en coalición que conformaron Avema y los socialistas. Precisamente a ambos partidos los acusó de las carencias infraestructurales que padece Mazagón por contribuir a la paralización del expediente de venta de Cuesta de la Barca que, según dijo, "hubiese supuesto un verdadero despegue para nuestra playa", amén de la "posibilidad de disponer de importantes recursos" con los que afrontar "todas las mejores necesarias".

Tras estas palabras el mandatario moguereño no escondió las carencias que aquejan al municipio, si bien puntualizó que un grueso de iniciativas se ha concretado en realidad en los últimos años. Entre ellas destacó la urbanización de varios viales en Valdemorales, "la construcción y puesta en marcha de infraestructuras tan esenciales como un nuevo instituto de Secundaria y un nuevo pabellón cubierto, mejoras en Fuentepiña, la renovación de mobiliario urbano, la apertura de la biblioteca municipal y de playa, así como la consecución año tras año de la bandera azul para la playa del Parador".

Por otra parte, informó que un tercio de los recursos del Plan E han tendido como destino el núcleo costero, así como el 100% de los recursos del Plan Proteja de la Junta, "destinados a actuaciones de mejora en todas las calles que aún presentan problemas en la urbanización Fuentepiña en la puesta en marcha definitiva del pabellón, reurbanizando y acondicionando su parcela para uso ciudadano, o en la construcción de dos nuevas pistas de pádel". Proyectos todos ellos cuyo inicio se fijó una vez espire la temporada estival a fin de evitar molestias a los ciudadanos y veraneantes.

Volante también cuestionó las razones por las cuales Avema no ha organizado una movilización tras "el desagradable vertido de crudo frente a nuestra playa o bien contra el proyecto del oleoducto Balboa, que tanto peligro acarrearía para todos los ciudadanos y para el futuro de Mazagón".

Por su parte, los vecinos mazagonenses aseguran tener claro que no quieren entrar en una batalla partidista y que sus demandas se batan en el coso político.

Precisamente, su última experiencia (de Avema) fue de infausto recuerdo tras producirse "un extraño consenso entre populares y socialistas que fueron de la mano a la hora de torpedear el expediente de segregación" tumbado por la Administración andaluza.

Es por ello que los vecinos quieren ceñirse a las pruebas gráficas y palpables para constatar y corroborar con ellas la veracidad de sus denuncias.

En este sentido retan a fijar una comparativa entre ambos núcleos urbanos, no ya en materias como las infraestructuras, donde la comparación es ya de por sí "sonrojante", sino en el estado de las calles.

Concretamente, aluden a la profusión de "viales, los cuales se asemejan a la superficie lunar por los cráteres que presenta; el estado de los acerados de algunas calles, el deteriorado mobiliario público, tanto en farolas como en papeleras, así como carencias de zonas públicas, o el paupérrimo estado de parques infantiles, amenazados incluso por cables eléctricos y de telecomunicaciones y un largo etcétera". Es por ello que piden al alcalde que muestre zonas de Moguer que presenten el mismo estado de deterioro público en el que se encuentra Mazagón.

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