Huelva

La Universidad de Huelva finaliza el estudio de la ensenada del antiguo puerto de Palos

  • El grupo de investigación, dirigido por el catedrático de Arqueología, Juan Campos, está centrado en la reconstrucción del proceso histórico

Uno de los hornos del complejo industrial.

Uno de los hornos del complejo industrial. / Alberto Domínguez (Huelva)

La Universidad de Huelva finaliza el estudio de la ensenada del antiguo Puerto de Palos. Así lo manifestó el catedrático de Arqueología de la UHU, Juan Campos, que dirige el grupo de investigación que ha llevado a cabo las excavaciones.

Campos señaló que “arqueológicamente los trabajos están básicamente casi concluidos, lo que queda es el seguimiento de la obra civil, es decir, que en el momento en el que se pongan en valor habrá movimientos de tierra y tenemos que estar vigilante y limpiando alguna zona, que todavía falta, pero básicamente, lo que es excavación está terminado”.

De manera que “ahora estamos en el estudio. Acabamos de terminar con el de la ensenada, hemos hecho los sondeos, las calicatas eléctricas... se ha hecho todo, y estamos en la reconstrucción del proceso histórico, que está muy avanzado también”.

El catedrático de Arqueología apuntó que “lo que falta es la puesta en valor del sitio, que es lo más importante”. Durante las excavaciones se encontró el alfar completo, compuesto por diez hornos de fabricación de alimentos así como de cerámica, ladrillo y cal, que son los materiales “con los que se construye la próspera villa de Palos y el entorno, y que además se exportan a América”.

Comentó que el horno de ladrillos realizaba 3.000 unidades en una hornada, “este complejo de hornos abastecía la región y la producción se llevaba también a otros sitios”.

También se hallaron los restos de la lota, “que es el corazón del Puerto, la Aduana, tiene connotaciones fiscales”. El edificio está dividido en tres partes: un almacén, un bodegón y una fonda.

Campos explicó que este alfar es único en el mundo, “es un complejo industrial con diez hornos”. Entre las peculiaridades se encuentra un horno de pequeñas dimensiones con las mismas características de uno de los de mayor proporciones y que se usaba para cerámica más delicada o artículos de cristal. En su testar se localizaron más de cien conos de azúcar, “lo que demuestra el trasiego de barcos que había. Había una flota permanente y embarcaciones de todo tipo que recalaban en el puerto”.

No obstante, “en el primer tercio de siglo XVI la actividad se redujo. El descubrimiento de América fue el gran mazazo del Puerto de Palos”.

Durante los trabajos arqueológicos se encontraron cien mil fragmentos, que han sido signados y estudiados. El material atípico se ha enterrado “para que futuros arqueólogos lo estudien”.

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