Los territorios ofrecen una imagen que queda marcada en la retina del habitante y del visitante. Pero la investigación y el estudio pueden sacar a la luz otras visiones, otras formas de aprehenderlo. Este es el resultado del trabajo de Patricia Chapela, quien, en su tesis doctoral Paisajes distintivos del Andévalo occidental (Huelva), muestra un poliédrico escaparate de la comarca andevaleña preñada de matices artísticos.

El trabajo se inició hace cinco años, cuando la historiadora emprendió la dura tarea de compaginar su trabajo con la investigación volcada en su tierra minera. Anteriormente, desde el año 2013, entra en contacto con quien sería su director de tesis, el profesor jubilado y catedrático Juan Francisco Ojeda Rivera, y centra su estudio en el paisaje que, en el Andévalo, tiene una clara vinculación con la minería. En 2017, ingresa en la Escuela de Doctorado de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), tras haber terminado en 2015 un Máster en la Universidad de Huelva en el área de Análisis Geográfico Regional. Durante varios años, la ahora doctora ha ido recopilando información primaria como archivos, testimonios orales y documentación, e información secundaria (bibliografía, cartografía y artículos especializados) para dar forma a su tesis doctoral, que ha obtenido la máxima calificación Sobresaliente Cum Laude.

Patricia Chapela durante al elaboración de su tesis.

El trabajo de investigación ha tenido como una de sus virtudes hacer un análisis en forma de claves históricas, territoriales, naturales, físicas, perceptivas, culturales y patrimoniales del área de estudio delimitada por seis poblaciones, como paso previo a la lectura de los paisajes seleccionados. De esta forma, se ha incluido a los municipios de Alosno, Calañas, El Cerro de Andévalo, La Zarza-Perrunal, Villanueva de las Cruces, más la ELA de Tharsis, pues todas ellas conforman los núcleos centrales de la citada comarca. A partir de este primer análisis, se ha ido desarrollando a través de una selección de paisajes representativos, una lectura paisajística aplicando el método que el profesor Ojeda Rivera publicó en 2013, denominado de ‘lectura hermenéutica’. Este método se ha ido aplicando a las siete ventanas paisajísticas seleccionadas para aportar nuevos relatos sobre aquello que es percibido a través de la mirada. El equipo multidisciplinar, encabezado por el director del trabajo doctoral y Patricia Chapela, ha estado compuesto por personas de distinta y variada formación que han permitido, a través de sus aportaciones, ir desgranando los paisajes. Han formado parte del grupo profesores universitarios, escritores y músicos, configurando un resultado muy enriquecedor.

La tesis recoge elementos para reconocer la identidad física, histórica, cultural, ambiental, patrimonial y etnográfica de este territorio y, además, presenta unas emociones intrínsecas a la contemplación de cada paisaje significativo que se expresan en escenas artísticas. Entre éstas, cabe destacar la iconografía de fotos y pinturas, la creación literaria (poesía, prosa poética) y las sentidas expresiones populares, en forma de entrevista etnográfica y cante genuino.

En la confección de este trabajo han sido fundamentales las personas del territorio que, a través de emotivos testimonios, han ido aportando su sentir hacia sus lugares, y también valiosos documentos. Otras aportaciones de vital importancia han sido los textos inéditos de los escritores Manuel Garrido Palacios y Manuel Moya Escobar, o los cantes genuinos que, en exclusiva para este trabajo, han realizado las cantaoras Rocío Márquez y Coronada Alonso Gil.

Patricia Chapela, en un bonito paisaje del Andévalo.

En definitiva, una amalgama de personas y territorio que, a través de expresiones literarias, artísticas o históricas, han contribuido a construir un documento en el que el conocimiento, la ciencia y la percepción van de la mano. Parte de estas contribuciones y testimonios están disponibles gracias a la incorporación de códigos QR que contienen parte de los audios y permiten al lector ser partícipe de las voces que Chapela ha sumado al conocimiento de esta tierra. Además, esta tesis doctoral tiene, entre otras, la finalidad de convertirse en una herramienta al servicio de la comunidad investigadora y ser el germen de una nueva línea de investigación en torno a los paisajes que produzcan nuevos relatos y emergencias culturales.

Patricia Chapela Cabrera nace el 10 de abril de 1974 en Huelva, pero su vinculación a la comarca del Andévalo occidental vía materna, la une a esta tierra de una manera inquebrantable. Desde su niñez hasta su edad adulta, es el Andévalo quien está presente en sus ratos de juego y, mucho más tarde, como escenario de vida, vocación y conocimiento.

Una de las ilustraciones del Andévalo onubense.

Su vinculación como historiadora a la comarca andevaleña ha suscitado numerosas intervenciones, artículos científicos e investigaciones, pero, sin duda, lo que más ha pesado para su conocimiento y la divulgación del patrimonio minero-industrial, antropológico, arqueológico y paisajístico ha sido su iniciativa A Cielo Abierto, que, en la actualidad, se inserta como departamento especializado de la empresa Platalea. Naturaleza y Patrimonio. En esta labor, emprendida hace una década, Chapela ofrece giras en forma de itinerarios culturales por la provincia, especialmente en el Andévalo, con el objetivo siempre presente de dar a conocer esta tierra periférica y desconocida.