Sobresaltado se despertó ayer el municipio costero de Lepe, cuando el ruido de sirenas, la explosión de bombonas de gas y el intenso olor a humo y plástico quemado hicieron presagiar lo peor entre sus vecinos coincidiendo con las primeras luces del alba. Se trataba de un nuevo incendio, y ya van bastantes en los últimos años, en el asentamiento chabolista ubicado junto al cementerio municipal, en el que malviven cientos de inmigrantes que acuden cada año a la localidad a trabajar en las distintas campañas agrícolas.

El fuego se inició hacia las 6:20 en una de las chabolas de cartón, madera y plástico de dicho asentamiento por causas que aún se desconocen y se saldó con dos personas con quemaduras leves que fueron atendidas in situ por los servicios sanitarios desplazados a la zona, según señaló a Huelva Información sobre el terreno el teniente de alcalde del Consistorio lepero, Bibiano Oria.

Las llamas arrasaron la parte alta del asentamiento, por lo que quedaron totalmente calcinadas unas 80 chabolas según algunas fuentes, cifra que en un comunicado el Ayuntamiento del municipio costero redujo posteriormente a una treintena. La superficie afectada fue de aproximadamente unos 1.000 metros cuadrados.

Los daños personales no fueron a más porque en esta época del año, con todas las campañas agrícolas prácticamente concluidas, es menor el número de personas que habitan en el asentamiento afectado y porque la zona fue desalojada nada más iniciarse el incendio.

Por otra parte, pese a que el Consistorio informó en el mismo comunicado que habían sido "menos de diez las personas afectadas", las cuales "pudieron recoger sus enseres con tiempo suficiente", tanto Cruz Roja como la Fundación Cepaim, que se encargaron de atender casi desde el primer momento a los damnificados, aseguraron a esta redacción que el número de asentados cuyas chabolas habían sido arrasadas por las llamas podría oscilar aproximadamente entre 30 y 40 personas.

Los bomberos dieron por controlado el incendio sobre las 10:00, aunque posteriormente se produjeron varios rebrotes por las altas temperaturas de ayer. Participaron en las labores de extinción varias dotaciones del Consorcio Provincial contra Incendios de la Diputación Provincial procedentes de los parques de Ayamonte y Punta Umbría. También se desplazaron a la zona efectivos de Policía Local y Protección Civil de Lepe, Guardia Civil y operarios municipales con al menos dos máquinas retroexcavadoras y un camión dotado con cuba de agua, los cuales se encargaron de las labores de desescombro y refresco del terreno afectado.

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Lepe también señaló a esta redacción que en principio no se ha contemplado el realojo de los afectados en instalaciones municipales, como ha sucedido en anteriores ocasiones, ya que estos se fueron reinstalando durante la mañana bien en la parte de este mismo asentamiento no afectada por las llamas, bien en otros asentamientos de la localidad, lo cual también confirmaron a Huelva Información las ONG que se desplazaron a la zona.

Además de las chabolas, entre los daños materiales también hay que contabilizar que un vehículo ha quedado completamente calcinado.

Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez, portavoz de Cruz Roja Huelva, que desplazó a la zona un total de seis voluntarios, señaló a este periódico que dicha ONG atendió entre 30 y 40 personas, a las que repartió ayuda humanitaria de primera emergencia, como por ejemplo ropa, zapatos y kits con alimentos y productos de higiene personal. "Se trata de la ayuda humanitaria que solemos prestar en estos casos", añadió, además de "asesorar y facilitar a los afectados la renovación de los documentos que han perdido en el incendio", los cuales "aunque son pocos en la mayoría de los casos, lo son todo para ellos".

Javier Pérez, coordinador para Andalucía y Ceuta de la Fundación Cepaim, que desplazó ayer al asentamiento lepero a dos técnicos expertos en mediación intercultural, detalló igualmente haber atendido a unos 35 afectados, "apoyándoles tanto en la tramitación de la documentación que han perdido como consecuencia del fuego, especialmente sus pasaportes, como sobre todo psicosocialmente", ya que "intentamos por todos los medios hablar con ellos personalmente, así como escucharlos, lo cual es muy importante para unas personas que acaban de perder lo poco que tenían".

Por su parte, el Ayuntamiento lepero recordó ayer que, en colaboración con las ONG Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons) y Asociación de Nuevos Ciudadanos por la Interculturalidad (Asnuci), ha creado una bolsa de viviendas incluida en el plan de actuaciones de la Agenda 2020 para la erradicación del chabolismo Lepe-Hábitat.

Según el Consistorio, se trata de una iniciativa que cuenta con ventajas para el propietario y que establece las condiciones que han de cumplir propietario e inquilino, con el objetivo de poner al servicio del desarrollo de la localidad las múltiples viviendas que por diversos motivos se encuentran vacías.

El principal objetivo de esta bolsa de viviendas es aprovechar los inmuebles vacíos o de segundo uso, en una estrategia de alquiler para la erradicación del chabolismo, incentivada por los beneficios fiscales ofrecidos por el Ayuntamiento de Lepe a los propietarios de la viviendas puestas a disposición de Lepe- Hábitat.

Del mismo modo, se busca proporcionar a los trabajadores temporeros, fundamentalmente de la agricultura, las condiciones básicas para trabajar y vivir con dignidad y bienestar.

Según datos facilitados por Fecons, Lepe cuenta en la actualidad, una vez terminada la temporada de la recogida de la fresa, con alrededor de 300 personas que residen en varios asentamientos de forma permanente, y se plantean el reto de disponer de un total de 50 ó 60 viviendas de alquiler el primer año con las que ir cumpliendo el objetivo de la erradicación del chabolismo en el municipio. En el asentamiento afectado por el incendio de ayer llegan a hacinarse en las infraviviendas de plásticos, madera y cartón que lo conforman, hasta 900 personas de origen africano durante la campaña de recogida de la fresa, sobre todo entre los meses de febrero y mayo.