La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía imparte durante esta semana un curso que ampliará la formación de los agentes de medio ambiente de Huelva en la prevención y en la calidad ambiental. Con el epígrafe Inspección a instalaciones y toma de muestras, la iniciativa persigue, asimismo, aunar criterios para el desarrollo de una de las principales funciones y competencias de estos empleados públicos.
El curso trata en profundidad el Plan de Inspección de Vertidos, y tiene en cuenta tanto las inspecciones programadas como las no programadas (vertidos accidentales). Las estaciones depuradoras de aguas residuales y los vertederos tienen una especial atención en un programa que incluye casos y trabajos prácticos, según informa la Junta.
Las jornadas, que se desarrollan en instalaciones de la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Huelva, ayudarán a los agentes a identificar indicadores de contaminación en el medio, discernir olores o colores característicos y conocer las plantas de producción y emisiones asociadas. En la misma línea podrán conocer sus condicionados ambientales, detallados en las autorizaciones y supervisar muestreos.
El equipo docente está compuesto por el responsable de la programación de toma de muestras y de embarcaciones de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) en el laboratorio de Palmones, Antonio Campos; la jefa del Servicio de Valoración Toxicológica y Medio Ambiente del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) en Sevilla, Françoise Lhöest, y las agentes especialistas en Protección y Calidad Ambiental del Campo de Gibraltar Isabel María Jiménez y María Sánchez-Grande.
Los técnicos de los distintos departamentos de la Consejería o de la Delegación y los facultativos del INTCF son los encargados de emitir los informes que establecen si existe una actuación ilícita en el medio natural, bien sea de tipo administrativo o penal. No obstante, el informe se basa en las apreciaciones de los agentes. A partir de ellas, podrán valorar el daño causado al medio o el riesgo potencial que existe para la salud, de ahí la importancia de que los agentes de medio ambiente dominen esta materia.
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