La lonja de Isla Cristina se mantiene abierta y en ella continúa la venta habitual. La lonja continúa con su actividad tras un auto dictado por la autoridad judicial competente.

El dictamen judicial llega después de que la Consejería de Salud, a través de la Delegación Territorial de Huelva, dictara una resolución de inicio de procedimiento para la suspensión de la actividad de comercialización de moluscos bivalvos vivos en la lonja pesquera de la localidad isleña, tanto en la zona de cerco como de arrastre por el “reiterado incumplimiento” por parte de la empresa gestora Lonja de Isla SL “de los requisitos normativos y procedimientos necesarios para un adecuado control sanitario” de los moluscos durante su proceso de comercialización.

La resolución de la Junta ha quedado en suspenso tras el auto judicial, aunque la Administración andaluza tiene un plazo de tres días para presentar un recurso, según han informado a esta redacción desde la lonja.Las mismas fuente aseguran que las medidas que la Consejería quería imponer iban más allá de las estrictamente sanitarias y se adentran en el terreno de la comercialización, que no es competencia de los responsables de la lonja en lo relativo al destino final de los productos del mar.

Por otra parte, han indicado que aunque las dos áreas siguen abiertas se han tomado todas “medidas de precaución” para evitar la propagación del la pandemia de coronavirus.

La Junta tenía intención de que el procedimiento permaneciera vigente hasta que la entidad gestora aplicara un plan de mejoras y de medidas correctoras para subsanar las deficiencias supuestamente detectadas por la inspección sanitaria.

La Consejería inició el procedimiento tras los “reiterados incumplimientos” de los responsables de la lonja, en la realización y registro de los controles sobre los bivalvos, así como en su trazabilidad de origen y destino.

Chirlas recién capturadas

Según la Junta, en diciembre del pasado año, y para evitar el inicio de este procedimiento, se les concedieron a los gestores tres meses para adoptar las medidas correctoras que subsanaran todas las deficiencias detectadas y al no hacerlo la Consejería se ha visto obligada a iniciar el expediente. La medida de la Administración autonómica sobre la actividad comercializadora solo afecta, en este caso, al titular de la gestión de las lonjas y no al sector extractivo de bivalvos.

Los moluscos bivalvos, entre ellos la chirla, el longuerón y la coquina, son un alimento cuya cadena alimentaria se inicia con su recolección en zonas de producción autorizadas y monitorizadas de forma continua por las autoridades pesqueras. Dado su carácter filtrador y acumulador, precisan de un control eficaz en cada punto o establecimiento desde el que terminan llegando a los consumidores.

El control de los moluscos bivalvos vivos se da en el primer establecimiento donde se desembarcan o entregan tras su recolección en las zonas de producción establecidas.