Funcionarios de la Agencia Tributaria y agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han aprehendido 2.300 kilos de hachís en una operación contra el narcotráfico. En la operación también se han incautado de una pistola con silenciador y un fusil de asalto. Dos personas fueron detenidas cuando los funcionarios entraron al recinto al que se dirigieron los vehículos cargados con el hachís y uno de ellos salió del interior embistiendo a los coches policiales, según informa el Ministerio de Hacienda.

La operación se inició en la madrugada del pasado 24 de agosto, cuando los medios de detección aeronaval del Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria detectaron una embarcación semirrígida, cargada con los bultos habitualmente utilizados para el transporte de hachís, que navegaba con dirección al río Piedras. De madrugada, la embarcación se acercó a uno de los márgenes del río para descargar la droga en dos vehículos todoterreno que se dirigieron al interior de una finca cercana, donde se desplazó el dispositivo de control.

En la finca se interceptó a uno de ellos, que salió del interior embistiendo a los coches policiales y escaparon tres personas pero fue detenido su conductor, así como otro individuo que se encontraba dentro de la finca. La embarcación fue incendiada en un intento de sustraerla al control policial.

Realizada la inspección, se encontraron los dos vehículos, en cuyo interior se hallaron 73 fardos de hachís. Además de la droga aprehendida, en el registro del interior de la finca se intervino un fusil de asalto AO 17 con varios cargadores y más de 150 cartuchos, además de una pistola semiautomática con silenciador y munición; armas que eran utilizadas para la protección de la droga.